La junta de seguridad local celebrada este jueves en Barcelona ha decidido enmendar su política sobre la instalación de bolardos en la ciudad. Ayuntamiento, Generalitat y Gobierno han pactado incrementar el uso de obstáculos en los lugares con gran afluencia de personas, pero sólo serán de tipo móvil. Entre en estudio la necesidad de implementar barreras permanentes.
“Existen, se mantendrán e se incrementará la presencia de los móviles”, ha explicado el conseller de Interior, Joaquim Forn, en una comparecencia conjunta con la alcaldesa, Ada Colau, y el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo. “No acabamos de ver el blindaje o el incremento significativo del blindaje estático con pilonas de cemento”. Para ello, se ha convocado una comisión con expertos de seguridad para que lo “valore con criterios técnicos”.
Refuerzo en la Sagrada Familia
Este comité técnico también deberá estudiar “los lugares y las formas” en que los que se instalarán los nuevos bolardos. “Ya existen en la Sagrada Familia”, ha apostillado la alcaldesa. Se estudiará con la fundación que rige el templo cómo se refuerza el nivel de seguridad actual.
“Las barreras no hubieran impedido el atentado tal y como lo conocemos”, ha sentenciado Forn.
Imagen de unidad
Millo ha intentado zanjar la polémica abierta sobre las recomendaciones de Interior de implementar bolardos en las principales ciudades del país del pasado diciembre. De entrada, ha señalado que Interior “no dio órdenes, se dieron recomendaciones por un periodo muy explícito: en Navidad”.
“Siempre se toman decisiones basadas en criterios técnicos y con una colaboración constante y fluida entre las administraciones, tanto en lo político como en lo técnico”, ha apostillado. Millo ha insistido a lo largo de la comparecencia en dar una imagen de unidad más allá de las discrepancias políticas que han salido a la luz en los últimos días.
Más agentes en la calle
Para incrementar la seguridad ciudadana, especialmente en las zonas de gran afluencia de público, se refuerza la presencia de agentes en la calle. Mossos d’Esquadra incrementan el 10% de las dotaciones de seguridad ciudadana y el 20% de las patrullas destinadas al orden público. La Guardia Urbana, además, ampliará el 10% sus horas extraordinarias.
Se protegerán de forma especial los aeropuertos, las principales estaciones de trenes y metro y los principales enclaves turísticos de la capital catalana.
También se intensifican los operativos especiales que se activan en los eventos deportivos que acoge Barcelona, como los partidos de fútbol; conciertos o eventos culturales como las próximas fiestas de La Mercè; y manifestaciones.
La primera muestra del trabajo extra para los agentes se verá este sábado en la protesta multitudinaria que se ha convocado para dar un mensaje público contra el terrorismo bajo el lema No tinc por (No tengo miedo).