El Mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha confirmado este domingo al mediodía que hacía meses que la célula yihadista que actuó el jueves pasado en Barcelona y Cambrils “habían planificado uno o más atentados” en la ciudad que querían perpetrar “en las mismas fechas”. Incluso en días consecutivos.
Pensaban usar explosivos “con la voluntad de hacer bastante más daño”.
Alcanar, el centro operativo de los terroristas
Se confirma la hipótesis por la gran cantidad de material que se ha encontrado bajo los escombros de la casa de Alcanar (Tarragona). El centro operativo de los terroristas.
Por ahora, se han desenterrado 120 bombonas de gas butano y otros “componentes que son los idóneos para hacer explosivos en línea de lo que es habitual en Daesh”, en palabras del Mayor. Como el bidón de enorme tamaño lleno del material que se iba a usar de detonador de las bombas.
“Cada vez que se descubre algo deben venir los Tedax y actuar”. Por ello los trabajos de desescombro son lentos y se prolongarán a lo largo de los próximos días.
Fallecidos en Alcanar
Además de intentar recabar documentación sobre la organización de la célula y elementos sobre la fabricación de los explosivos, los investigadores buscan los restos biológicos de los terroristas que fallecieron en la urbanización Montecarlo.
Fuentes no oficiales de la investigación apuntan a que podría haber muerto hasta tres personas por la explosión del inmueble, entre ellos el imán que supuestamente fue el encargado de radicalizar al grupo, cuya juventud ha sorprendido a los agentes.
Sin denuncias de la casa ni de sus ocupantes
Trapero no ha confirmado ninguna de estas hipótesis. Se ha limitado a señalar que en la explosión que cambió el signo de los atentados habían “como mínimo un fallecido y diferentes personas heridas que acaban detenidas”.
Tras el incidente en la “manipulación de explosivos en Alcanar”, los yihadistas “reorientaron el ánimo de causar mal”. Ningún cuerpo de seguridad del Estado ni la policía autonómica tenían indicios de lo que ocurría dentro de la vivienda que se había ocupado. No existió denuncia alguna, “ni de la casa ni de las personas”, que hiciera saltar las alarmas.
Identificación de la célula
Mossos d’Esquadra ya ha identificado a los 12 miembros que integraban la célula. “En las próximas horas podremos decir quiénes son”, ha declarado Trapero y cuál era el papel que cada uno de ellos desempeñaba dentro de la organización.
No descarta que recibieran apoyos externos, incluso de personas que habían estado “implicadas en una investigación por delitos de terrorismo por parte de otro cuerpo policial español”. Con todo, el Mayor indica que esa persona sería un “conocido” de uno de los miembros de la célula.
Ninguno de sus integrantes tenía antecedentes por delitos del terrorismo ni los cuerpos de inteligencia los habían incluido en sus investigaciones. “No existía información que nos alertara de comportamientos extraños”.
A las preguntas de los medios, el Mayor ha reconocido que alguno de los yihadistas podría “haber hecho algún viaje al centro de Europa”. Los agentes trabajan para “intentar ampliar” esta información.
Finalmente, ha reconocido que cobra fuerza la tesis que un solo terrorista conducía la furgoneta de Las Ramblas y admite que hay relación entre los atentados y la furgoneta localizada en Sant Just. La investigación prosigue.