Maravillosa entrevista a Brigitte Macron en Elle, la primera que concede la no primera dama gala, que aduce al respecto que los franceses le eligieron a él. Cuánto charme y qué savoir faire. Un cuento chino impresionante sobre la intimidad de la pareja. Bombazo: "A la mesa del desayuno nos sentamos mis arrugas y yo junto a su juventud, pero así son las cosas". 



Se conoce que Emmanuel, según cuenta ella, es una fuerza de la naturaleza, un fenómeno colosal, una potencia mundial en sí mismo. Tres novelas, tres, del tirón, le ha escrito el presidente francés a su señora para privado solaz, inéditas obras completas del titán balzaciano.



Hay gente realmente tan fascinante que excede los límites de la comprensión mediana y el presidente de Francia es uno de ellos, siempre según su orgullosa esposa: "Es extraordinario. Y hablo del hombre, no de mi marido". He ahí el sentido y origen del "amor de madre" en el pecho tatuado de los legionarios.



El flechazo se le sobrevino a Brigitte en una tenida extraescolar de teatro: "Contaba los minutos para volver a ver a ese fenómeno que sabía todo sobre todo. Algo insensato". Le atribuye ella a él una sobrehumana habilidad literaria que ya entonces, siendo apenas un tierno proyecto de adulto, se derramaba sin medida en volcánicas erupciones de talento a borbotones. "Estábamos en el mismo nivel, escribíamos juntos", revela Brigitte. Qué pillo Emmanuel, el clásico abrepiernas del trabajo de clase.



Desde Marcial Lafuente Estefanía no se había visto tal caso de torrencial producción escrita. Los eliseólogos sospechan que las tres novelas fueron fruto del ímpetu y el furor de un juvenil Macron que se carteaba a diario con su amada. Nada se sabe del contenido de las supuestas novelas pero se infiere que o son del género de Corín Tellado o impublicable pornografía, y encima con sentimientos, para leer con un mano en el nabokov. Lo que seguro que no son es rollo Sven Hassel, que es lo que debería haber leído Macron entonces para no despistarse en la vida. Claro que ahora no sería político sino un inofensivo y feliz pelagatos. Lo más seguro en realidad es que las tres novelas sólo existan en la imaginación de Brigitte.



Hablando de literatura, la gran escritora Terelu Campos ya va por los 30.000 ejemplares vendidos de su primer libro, Frente al espejo, autobiografía de ella escrita por Kike Calleja. Ojo. Casi veinte euracos bien gastados. Raphael firma el prólogo. Poca broma. Las ventas aumentan al ritmo de la promoción de Terelu, que deja el siguiente titular en La Otra Crónica de El Mundo: "Nunca me voy a dormir sin bragas". ¿Y Vargas Llosa? Una castaña pilonga al lado las Campos, porque la madre también escribe lo suyo, y de Carlota Corredera, que ha pegado un pelotazo con Tú también puedes relato apasionante sobre la consecución del nivel seis de grasa visceral y una talla 42.



Grandes escritoras. Se ve que la autoayuda es lo que vende a pesar de que en las solapas no se avisa de que leer mata y el humo es malo para sus hijos y demás. Ese es el nivel, lo que hay. Luego ya viene el inframundo de los letraheridos y más abajo, la autoedición, donde urge la atención médica. Está la cosa como para hacerse un Marsé y escribir en cuatro tardes las memorias del auténtico Pijoaparte o cómo dejar de fumar sin dolor.