El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha sido el último mandatario en pronunciarse sobre el grave atentado de Barcelona. No lo hizo hasta las 18 horas, mediante un tímido una tímida intervención en Twitter en la que pedía “máxima prudencia” y “atención a las víctimas”.

El jefe del Ejecutivo catalán estaría, en el momento del atentado, en la paella anual que la periodista independentista Pilar Rahola convoca en su casa de Cadaqués, conocida como Es Cloper, una mansión en la localidad costera y en la que hace justo un año se retrató con Puigdemont junto a una bandera estelada y tocando la guitarra.

Cuarenta y cinco minutos antes, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se pronunció a través de la misma red social. Lo hizo al compartir un tuit de los propios Mossos d’Esquadra en el que se ofrecían los primeros datos sobre el atentado. A las 17:45 horas lanzó el mensaje siguiente: “En contacto con todas las administraciones. Prioridad: atender heridos en Las Ramblas y facilitar labor de las Fuerzas de Seguridad”.