Es ya uno de los incendios del verano. El fuego de Artés, declarado el sábado hacia las 14.40, ha devorado ya 406 hectáreas, según los agentes rurales, antes de quedar estabilziado el domingo a las 17.20. Ha obligado a evacuar a 200 personas.
El flanco de Calders parecía controlado, pero preocupaba que las llamas se extiendieran por el otro lado, una zona de difícil acceso. Las altas temperaturas y la sequedad del bosque extendieron rápidamente el fuego.
Vecinos desalojados
Desde primera hora del domingo se han incorporado a las tareas de extinción los medios aéreos. Las temperaturas más bajas deben ayudar a la extinción. Siguen trabajando 50 medios terrestres y seis aéreos.
Las llamas provocaron el desalojo de 12 masías, una casa de colonias —los 50 niños pudieron dormir en ella por la noche— y todo el núcleo de Sant Joan d’Oló, en plena fiesta mayor. Estos vecinos han podido regresar a sus casas en cuando se ha levantado la orden de evacuación, tras el control de las llamas.
Movilización ciudadana
El fuego llegó a algunas casas y calcinó una de ellas. No hay que lamentar daños personales en estos hechos, aunque cabe recordar que el alcalde del pueblo, Ernest Clotet, está ingresado tras sufrir una caída cuando participaba en la extinción. Está estable y en observación
Ahora, al margen del fuego, el foco está en las familias afectadas. Una movilización ciudadana pide ropa, calzado y productos de higiene para los vecinos que han perdido su casa.