La CUP Capgirem Barcelona apoya a los miembros de la organización de jóvenes de la izquierda independentista Arran que asaltaron un autobús turístico el pasado jueves, día 27, "ante los intentos de criminalización por parte de personas y partidos".
La organización anticapitalista e independentista ha hecho público un comunicado en el que considera imprescindible que el Ayuntamiento de Barcelona desarrolle políticas "valientes" para lograr un "decrecimiento turístico" y garantice los derechos de los vecinos de la ciudad.
El "capitalismo feroz"
También apuesta por "detener el capitalismo más feroz que en Barcelona tiene forma de explotación turística de la ciudad a coste cero por parte de los operadores turísticos, así como también combatir el 'barricidio" que se lleva a cabo".
En este sentido, muestran su "rechazo al hecho que el ayuntamiento se persone en la acusación contra Arran, teniendo en cuenta que los autobuses, aunque están pagados con dinero público, pertenecen al Consorcio de Barcelona Turismo", ente para la promoción turística, a pesar de "la saturación existente en los barrios"
"Un acto simbólico"
Desde su punto de vista, el acto, que provocó destrozos por valor de 1.800 euros, debe entenderse como un "acto simbólico" y no como un asalto.
"Hay que ser rigurosos, en todos los sentidos. No hablemos de asalto como nos pasó con la acción de la sede del PP. No utilicemos una terminología que lo que quiere es condicionar a la opinión pública cuando lo que se hace son acciones que tienen un alto componente simbólico", han dicho fuentes de la CUP a Europa Press.
Para la CUP el modelo turístico, en concreto el de Barcelona, tiene consecuencias "muy duras" en aspectos como acceso a la vivienda y a empleos dignos, por lo que entienden que sectores especialmente afectados hagan acciones para denunciarlo.
"Herramientas al límite"
"A veces hay quien entiende que se tiene que utilizar herramientas un poco al límite para que estas acciones tengan repercusión", han razonado y han concluido que la acción contra el bus turístico ha conseguido ese objetivo.
Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) presentó el lunes una denuncia ante el juzgado de guardia de Barcelona por el ataque al autobús que se produjo el jueves cuando un reducido grupo de personas obligó al vehículo a detenerse en la avenida Joan XXIII, en la zona del Camp Nou, y mientras uno forcejeó con la rueda delantera izquierda para pincharla, otro escribió en el cristal El turismo mata los barrios.
Se producen otras violencias
"Pasan muchas cosas al día que son extremadamente mucho más violentas y no les damos esta centralidad", han explicado las mimas fuentes que piden rigor a la hora de abordar los hechos.
El ayuntamiento ya ha anunciado que se personará en la causa teniendo en cuenta que "ha habido un atentado contra la convivencia y el civismo en la ciudad", ha anunciado el alcalde accidental Jaume Collboni este lunes.
Las mismas fuentes de la CUP han sostenido que el consistorio puede hacer "lo que considere", pero insisten en que es una acción simbólica que aborda un debate que tiene consecuencias en la ciudad.