“El actual todo incluido es muy peligroso”. Así dan la voz de alarma los comerciantes turísticos de Baleares sobre un fenómeno que se encuentra desde hace años en el punto de mira del sector en las islas y que se ha agravado de forma significativa esta temporada. Se trata del turismo de borrachera que, a juicio de la Asociación de Comerciantes Turísticos (Acotur), es una de las principales consecuencias de la “permisividad” con la que está regulado el todo incluido en el archipiélago.
En declaraciones a Crónica Global, el presidente de Acotur, José Tirado, afirma que más del 50% de los hoteles de las islas no declaran esta modalidad, comercializada de tal forma que los turistas “llegan a Mallorca y se van directamente al bar”.
Los hoteleros muestran también su preocupación ante una problemática que se ha visto multiplicada como consecuencia de la venta de “alcohol barato, casi gratis”, según apunta el presidente de la Asociación de Hoteleros de la Playa de Palma, Francisco Marín. “El consumo de alcohol está instalado en la sociedad no como un problema, sino como un modo de ocio. El turismo de borrachera hace tiempo que está instalado en la playa de Palma”, asevera.
Peleas entre turistas ebrios
Sin embargo, no es esta zona, en la que se han llevado a cabo en los últimos años notables inversiones para incrementar la categoría de sus hoteles y atraer un turismo de mayor calidad, la más afectada por los episodios violentos de peleas entre turistas ebrios que se están produciendo esta temporada. Estos se concentran, principalmente, en Palmanova y Magaluf, destinos marcados por los excesos, las excursiones etílicas y los escándalos sexuales.
El responsable de los hoteleros de ambos núcleos, Sebastià Darder, recrimina las actuaciones “incívicas” protagonizadas por algunos visitantes “no deseables” y advierte de que se trata de una situación que no va a ser erradicada “de un plumazo, sino a base de ordenanzas y de no ofertar ningún aliciente en este sentido”.
Las preferencias de los visitantes: sexo, alcohol y drogas
“Es muy lamentable que, en Baleares, el resultado de unas encuestas realizadas por la Conselleria de Turismo en el aeropuerto de Palma a los turistas británicos recién llegados reflejen, en un porcentaje altísimo, que principalmente viajan a Mallorca por sexo, alcohol y drogas. Es lamentable que nuestros adultos del futuro tengan esos valores”, manifiesta Darder en referencia a un fenómeno que, además, acaba derivando en una “degradación” de la zona en cuanto a seguridad, limpieza y ruidos.
Los hoteleros de Palmanova y Magaluf aseveran que, aunque la calle no la pueden gobernar, sobre todo los 700 metros de longitud de Punta Ballena, donde hasta 15.000 jóvenes se concentran cada noche para beber, llevan tiempo trabajando con el Ayuntamiento de Calvià para impulsar medidas e instar a la Administración a que cumpla la ley de ordenanza cívica, dote de mayores refuerzos a la Policía Local y lleve a cabo inspecciones exhaustivas en locales y bares.
Abogan, además, por la realización de redadas y el establecimiento de controles en las llegadas por carretera. “Hay que erradicar todas las posibles formas que nos conduzcan a esta situación”, incide Darder. Ya el año pasado, los hoteleros de Magaluf invirtieron más de 37 millones de euros en las remodelaciones llevadas a cabo en hasta 18 de sus establecimientos.
Desnudos por Palmanova
La situación es tal que, el pasado junio, la Policía Local de Calvià llegó a identificar y multar a un grupo de veinte turistas británicos que aparecían en un vídeo caminando desnudos por Palmanova mientras que, también el mismo mes, detuvo a dos visitantes de la misma nacionalidad que habían propinado una paliza a otro compatriota en Punta Ballena después de que la víctima subiera a la habitación de aquellos para llamarles la atención porque estaban lanzando cosas por la ventana.
El responsable de los comerciantes turísticos lamenta que los turistas “crean que venir a Mallorca les da derecho a hacer todo lo que les dé la gana” y recrimina que desde las Administraciones, durante décadas, “se haya dejado que todo esto ocurra”. “Los padres de los turistas que vienen ahora ya lo hacían hace años. Por mucho que hagamos, no se pueden eliminar de un plumazo unas actitudes que se han tolerado hasta ahora”.
Tirado se muestra crítico con la responsabilidad de los hoteleros y, en este sentido, considera que debe controlarse la venta de alcohol mediante la fórmula del todo incluido. “El que quiera beber, que vaya a un bar”, apunta en declaraciones a este diario. De hecho, recalca que debe ser en los hoteles donde deben aplicarse medidas en relación con el alcohol, así como en los aeropuertos.
Limitar el consumo de alcohol en hoteles y vuelos
Recientemente, el Govern balear anunció que limitará el consumo de alcohol en los establecimientos hoteleros en los que se oferte el todo incluido con el objetivo de hacer frente a la problemática del turismo “incívico”, tal y como puso de manifiesto la directora general de Turismo, Pilar Carbonell. Es más, el Ejecutivo ha exigido al Gobierno y a la Comisión Europea que limiten y controlen el consumo de alcohol en los vuelos comerciales con el objetivo de velar por la seguridad de los mismos y luchar contra esta situación.
Por su parte, el alcalde de Palma, Antoni Noguera, de la formación econacionalista MÉS per Mallorca, ha recibido duras críticas tras pedir a los principales países emisores de turistas que dejen de enviar “basura”, unas declaraciones que el PP calificó de “irresponsables”. “No quieras para otros lo que no quieras para ti”, sentenció el primer edil.