Eduardo Pascual Arxé, expresidente de Eurobank buscado durante más de dos años por jueces y policías tras la descapitalización de la entidad, se las ingenió para disponer de seis pasaportes y sendos documentos de identidad con los que burló a los investigadores por medio mundo.
Finalmente, fue detenido en Burkina Faso, pero antes se trasladó a Bolivia, donde contactó con una mujer con quien acabó casándose y, en consecuencia, pudo así obtener el pasaporte y la tarjeta de identidad de aquel país, unos papeles que le permitieron saltar de continente en continente con total impunidad.
Muchos nombres y una boda
Según un informe de fecha 21 de julio, remitido por el Grupo de Localización de Fugitivos del Cuerpo Nacional de Policía, al que ha tenido acceso Crónica Global, Pascual Arxé eligió el apellido Monasterio (o Monasterios) para su nueva identidad española y sustituyó el nombre Pascual por el de Marcelino.
Con esa identidad se trasladó a Bolivia y consiguió una nueva y segura cobertura documental tras casarse con la ciudadana boliviana Paula Verónica M.V., una residente de La Paz, 20 años más joven que él. Según los datos de registro civil el matrimonio se firmó en la población de Cochabamba, región de Cercado.
Búsqueda internacional
En el momento de su detención, que se produjo en Uagadugú (capital de Burkina Faso) el 17 de mayo de este año, Pascual Arxé estaba siendo buscado por los Juzgados Centrales de Instrucción números 6 y 7 de la Audiencia Nacional. Le acusan de haber desviado 16 millones de la contabilidad del banco para su uso particular y de haber participado en la fraudulenta liquidación de Eurobank tras su quiebra.
Pascual Arxé se encuentra en estos momentos detenido en el centro carcelario de preventivos de Burkina Faso, pendiente de las gestiones internacionales que la Audiencia Nacional está llevando a cabo para sus extradición. La audiencia ha recurrido a los tratados internacionales de la ONU porque no existe convenio bilateral de esa país africano con España.