El cardenal y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha castigado a Custodio Ballester, el cura ultra de l'Hospitalet de Llobregat. Le ha concedido un permiso de ausencia para que abandone la parroquia Inmaculada Concepción, en la que lleva 16 años. Se tomará un año sabático.
Omella ha optado por esta decisión tras recibir decenas de quejas acusando al sacerdote de propagar la homofobia y de hacer apología del franquismo.
‘Homosexuales pecadores’
El pasado 24 de junio, un feligrés grabó con el móvil una homilía de Ballester. Acusaba a los homosexuales de pecadores y criticaba a sus colegas sacerdotes de no condenar ni al colectivo LGTBI, ni los desfiles del orgullo gay. Era la enésima polémica del rector. Omella ha decidido apartarle.
Ballester hace días que conoce la decisión y ha asegurado que su obligación es “aceptar la orden del arzobispo”. El cura ultra afirmó estar muy agradecido al cardenal: “Es muy generoso, quería enviarme a estudiar a Jerusalén pero he declinado el ofrecimiento. Mi madre no está bien de salud y debo cuidarla”, aseguró. Ballester pretende aprovechar este año apartado de las sacristías para acabar su tesis doctoral.
Desfile franquista
Entre los episodios polémicos de Ballester, se encuentra la de conseguir que desfilaran por las calles de su barrio banderas franquistas y paramilitares de la Hermandad de Antiguos Legionarios de Cristo. Unas marchas apoyadas y organizadas por la entidad ultracatólica HazteOir.
Ballester también se ha fotografiado con líderes de partidos ultras como Democracia Nacional, ha celebrado misas en memoria de la División Azul y ha acusado al Ayuntamiento de Barcelona de perseguir a los cristianos.