La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado del aumento de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en la última década. Desde 2008, enfermedades como la sífilis o la gonorrea han sido diagnosticadas a miles de enfermos.

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad relacionado con la vigilancia epidemiológica de las ITS coincide con la versión de la OMS tras publicar la evolución de estas infecciones desde 1995 hasta 2015. Dejando de lado el VIH, una enfermedad infecciosa a la que la ciencia ha encontrado medicina para tratar sus síntomas, la gonorrea ha aumentado en los últimos 10 años un 15% y la sífilis, un 45%. La OMS achaca este contagio a la falta de educación sexual de calidad, sobre todo entre los jóvenes. 

Este grupo social, en algunos casos, ha olvidado la importancia de la utilización del preservativo a la hora de mantener relaciones sexuales. Además, también destacan las nuevas prácticas sexuales, fundamentadas en juegos de moda que ponen en riesgo la salud y elevan los índices de contagio. 

Estas enfermedades, que en muchos casos son curables, son en su mayoría asintomáticas. Como los infectados no reciben señales físicas de su cuerpo que alertan de tal infección, la ignorancia de los portadores aumenta el riesgo de contagiar a otras personas.

¿Quiénes son los más contagiados?

Las estadísticas apuntan que la mayoría de contagios se producen en grupos de edad muy corta, entre 18 años y 35 años. Los resultados sugieren que los jóvenes han perdido el miedo a contagiarse de ITS por diversos factores. Los datos del Ministerio de Sanidad dejan unos gráficos un tanto angustiosos. Los contagios disminuyeron de 1995 a 2001, pero desde entonces sólo han aumentado progresivamente. 

 

Los más afectados en ambas infecciones son los hombres. La sífilis es contraída por hombres y mujeres entre los 24 años y 44 años, en los que se concentra el 60,8% del total. La gonorrea, por su parte, tiene una mayor presencia en grupos de edad más joven, de 20 años a 34 años, con un 62% del total.

Juan Ramón Barrio, presidente de CESIDA, ha explicado a Crónica Global que el aumento de estas enfermedades se debe a distintos motivos. Entre los más destacados, la falta de educación sobre los riesgos del sexo.

Además, ha explicado que “las relaciones sexuales cada vez son más tempranas y hay más diversidad, por lo que el riesgo aumenta considerablemente” y ha añadido “en los años 80 y 90 se hizo una gran campaña sobre qué era el VIH, pero se ha olvidado explicar otras enfermedades que también pueden llevar a la muerte en caso de no diagnosticarlas a tiempo”.

Por su parte, Mar Echenique, experta de la Cruz Roja en VIH e ITS, coincide con Barrio y destaca que "la mayoría de las personas están muy preocupadas y concienciadas por el VIH, pero tienen muy poca información y despreocupación por la transmisión de otras ITS. Mucha gente desconoce que las prácticas de sexo oral que se realizan sin preservativo, son también un riesgo".

La doctora Echenique también destaca el aumento de casos de clamidia, aunque de esta infección no se tiene un seguimiento.

Los juegos de moda que facilitan el contagio

Los juegos sexuales son uno de los principales factores. Las orgías o encuentros múltiples con diferentes personas, en su mayoría desconocidas, disparan las probabilidades de contraer una ITS.

Entre los más conocidos se encuentra el juego del muelle conocido también como la ruleta sexual. Este juego se puso especialmente de moda a principios del 2017 y consiste en que los varones se sienten con la ropa interior bajada mientras las mujeres van pasando de uno a otro. La penetración dura unos 30 segundos, y el juego acaba cuando sólo queda uno de ellos sin eyacular. El uso del condón no es una regla obligatoria en este pasarratos y las posibilidades de contraer una ITS son especialmente elevadas, además del riesgo de embarazo.

 

Jóvenes iniciando el juego del muelle con ropa / EFE

A este juego le da especial atención Juan Ramón, que explica: “Muchas veces las organizaciones vamos tarde y nos damos cuenta cuando ya está pasando con mucha frecuencia”, y añade “en el hospital infantil de Zaragoza, han llegado jóvenes con ITS, desgarros o embarazos no deseados”.

Otro de los juegos con más presencia actualmente es conocido como el bareback. Se trata de mantener relaciones sexuales sin protección, algo que entraña algunos riesgos si se practica con desconocidos o con parejas no estables.

El serostorting, por su parte, es muy parecido al bareback, pero los usuarios acostumbran a ser portadores del VIH y buscan acompañantes que también lo sean.

Otro juego que se ha popularizado es conocido como el Fuck of death o polvo de la muerte, en el que personas sin VIH buscan a otras seropositivas con el objetivo de ser infectadas.

Las Chemsex son fiestas en las que se comparten drogas entre los asistentes y se mantienen relaciones sexuales. En este caso, se comparten jeringuillas y no se usa preservativo, con un alto riesgo de contagio de un gran tipo de enfermedades.

Con este juego no sólo corre el riesgo de contagio sino también de alteraciones mentales.

“Personas que permanecen tres días en casas manteniendo relaciones sexuales y consumiendo drogas como el popper, el MMDA, cristal…, llegan a hospitales con fases críticas de paranoia porque han perdido el control”, asegura el presidente de CESIDA. Mar Echenique asegura que "nuestra sociedad ha experimentado muchos cambios en las últimas décadas y esto hace que las personas quieran vivir y experimentar su sexualidad de diferentes maneras": "Nuestra labor es informar para que corran menos riesgos".

El stealthing también se ha puesto de moda entre algunos jóvenes, y se trata de retirar el preservativo sin que la otra persona lo sepa antes de eyacular, aunque este juego se considera un delito y puede llevar a quien lo practique ante los tribunales.

Medidas gubernamentales

Todas las organizaciones confirman la necesidad de una mejora de la calidad de la educación sexual entre los jóvenes. Los encuentros sexuales se producen cada vez a más temprana edad. Los riesgos de contagio aumentan y existe un peligro real para las futuras generaciones. Además, aseguran que es un fenómeno mundial que ocurre en España, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, pese a que esas enfermedades estén olvidadas en los países del llamado primer mundo.

Barrio destaca la importancia de unas campañas acordes al siglo al que vivimos ya que “la mentalidad ha cambiado, los mensajes tienen que actualizarse y que sean los jóvenes los que asesoren de cómo es más efectivo lanzar un mensaje". "Debemos usar su lenguaje para transmitir exitosamente”.

El uso del preservativo es la forma más usada para evitar infecciones de transmisión sexual

Echenique cree que es fundamental que la población esté informada. "Los ciclos de vida y por tanto sexuales de la población seguirán existiendo, forman parte de la condición humana, y además las campañas se tendrán que ir adaptando paulatinamente a la evolución de la sociedad". La doctora de la Cruz Roja da especial importancia a posibles ITS que puedan surgir en un futuro y confiesa que "hacen falta campañas de educación, talleres, servicios de consulta, etc. Muchas veces la información no es suficiente para evitar conductas de riesgo, sino que es necesaria una auténtica interiorización de este riesgo".