La Barceloneta vivió el pasado fin de semana un nuevo episodio de incivismo veraniego. En los últimos meses, los vecinos han visto cómo los protagonistas de las despedidas de soltero se paseaban semidesnudos por el barrio, cómo visitantes rusos se enzarzaban en una pelea con arma blanca, o cómo una pareja copulaba en plena calle. Esta vez, los protagonistas son turistas que duermen en espacios públicos una vez acabada la fiesta a altas horas de la madrugada.
Como se puede apreciar en las imágenes, los sintecho aprovechan los colchones que se dejan junto a los contenedores u optan por plantar su propia tienda de campaña en pleno parque de La Barceloneta para descansar tras una intensa noche.
El Ayuntamiento de Barcelona conoce la situación. Explica que actuará de "oficio denunciando a estas personas". Siempre y cuando "no sean casos de exclusión social".
Los turistas han plantado una tienda de camapaña en el parque de La Barceloneta / CG
Turismo basura y masificación
La plataforma Barceloneta diu prou, que conforman las asociaciones de vecinos del barrio, ha denunciado en varias ocasiones “faltas de respeto a los residentes”. "Es otra de las causas del turismo basura”, explican. “Ya no pedimos que no haya turismo, sino que los que vengan sean limpios, que nos respeten y que nos dejen descansar”. De esta forma recoge la opinión ciudadana Lourdes López, representante de la Asociación de Vecinos de l’Ostia.
Ésta es una de las zonas más afectadas por el turismo masivo de la ciudad. Cuenta con 1.500 pisos turísticos ilegales, según los cálculos de la plataforma vecinal. “Seguiremos reivindicando lo de siempre. Todos estos problemas se precipitan por culpa de la cantidad ingente de turistas”.
Piden mayor presencia policial
Una de las problemáticas que ven los vecinos es “la falta de presencia policial”. Consideran que evitaría "que sigan estas situaciones desagradables".
Fuentes del consistorio explican a Crónica Global que la Guardia Urbana “trabaja de forma intensiva para evitar estas conductas que están fuera de lugar y que alteran la convivencia”. Fruto de ello, las denuncias por incivismo aumentaron en este barrio cercano al mar en 9.163 en 2016. Finalmente, cerraron el año con un total de 24.592, una cifra que, al parecer, aumentará en 2017.
El ayuntamiento recalca que es “consciente de la problemática” y que durante el verano ha aumentado la presencia de efectivos para controlar la situación.