Baile de nombres en las calles de Barcelona. El equipo de gobierno de los comunes ha agitado la coctelera del nomenclátor desde que Ada Colau llegó a la alcaldía y se ha propuesto cambiar las denominaciones de algunas vías —sobre todo las que guardan relación con el franquismo y la Corona—, pero también ha rechazado otras que han suscitado cierta polémica.
La más reciente es la propuesta de que una calle de la capital catalana honre la memoria del concejal del Partido Popular de Ermua Miguel Ángel Blanco, justo cuando se cumplen 20 años de su asesinato por parte de la banda terrorista ETA. Una iniciativa que presentó el PP de Barcelona y que acaba de ser rechazada por el equipo de Colau.
Poca objetividad
De hecho, la Ponencia del Nomenclátor de Barcelona —comisión que estudia las propuestas de nombre de las vías públicas de la ciudad— está formada por varios miembros de Barcelona en Comú (BComú), como la concejal de Participación y Territorio, Gala Pin, y el concejal de Vivienda, Josep Maria Montaner, entre otros, lo que ha provocado las críticas de la oposición en numerosas ocasiones.
El presidente de la entidad, además, es el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, actual alcalde accidental, pese a que debería ser el concejal de Cultura, según la propia página web del consistorio, cargo que ocupa actualmente el socialista Jaume Collboni.
Inauguración de la plaza Pablo Neruda
La comisión municipal se reunió en cinco ocasiones durante el año pasado para estudiar las diferentes propuestas que tanto los partidos políticos como ciudadanos anónimos plantearon a la alcaldesa. Este mismo miércoles, 12 de julio, Pisarello ha inaugurado la nueva plaza Pablo Neruda, coincidiendo con el 113 aniversario del nacimiento del poeta chileno. El nuevo nombre se impone, así, a la que se conocía hasta ahora como la plaza de la Hispanidad.
También el nombre de la plaza Joan Carles I pasó a mejor vida en abril, cuando el Ayuntamiento de Barcelona la reinauguró con la denominación con la que se conoció épocas atrás: plaza del Cinc d’Oros. Pisarello aprovechó la fiesta de la Primavera Republicana para poner al descubierto la nueva placa del espacio situado en la confluencia de la avenida Diagonal y el paseo de Gràcia.
Llucmajor y la Segona República
Otros cambios de nombre curiosos, cuanto menos, son la plaza de Llucmajor, por plaza de la República, y los jardines de la Segona República, por jardines de Llucmajor. Todo un “acto de justicia y dignificación de la ciudad”, según el propio Pisarello.
El Nomenclátor también aceptó que el espigón de la Mar Bella sea el de Antonio Gutiérrez Díaz, conocido como el Guti, un político comunista español miembro del PSUC; la calle Aviador Franco, hermano del dictador, sea la de José Aranguren Roldán, un general de la Guardia Civil fusilado por mantenerse fiel a la República durante la Guerra Civil española; y la Maternidad lleve el nombre de Elisabeth Eidenbenz, maestra y enfermera que logró salvar a unos 600 niños refugiados republicanos españoles y judíos que huían de la invasión nazi.
Freddie Mercury tampoco
En cambio, el equipo de Colau ha rechazado, sorprendentemente, cambiar el nombre de algunas calles como Sabino Arana, fundador del actual PNV conocido por su postura machista, xenófoba y racista, que pronunció frases como “La mujer es vana, superficial, egoísta, tiene en sumo grado todas las debilidades propias de la naturaleza humana: por eso fue ella la que primeramente cayó. Por eso precisamente es inferior en cabeza y en corazón”.
También ha querido mantener las calles Comandante Benítez, General Mendoza, Secretari Coloma e Ildefons Cerdà. De la misma forma, ha rechazado instalar una placa de señalización histórica para el cantante de Queen, Freddie Mercury; el poeta Joan Brossa; el sindicalista Germinal Vidal y el centenario de los Pastorets de Josep Maria Folch i Torres.