Poco antes de las dos de la tarde, un hombre delgado, moreno de piel, vestido con pantalón, camiseta y gorra negra entra en el bar El Sindicat del Vi de Vilanova y la Geltrú, muy cerca de paseo Marítimo, un establecimiento conocido como “el bar de la húngara”, porque su propietaria, una mujer de 39 años, es de esa nacionalidad.

El hombre entra cabizbajo, como escondiendo su semblante a ojos de los clientes allí congregados. Busca de soslayo a sus objetivos. Los encuentra. Desenfunda un revólver y, a bocajarro, dispara sobre el cuerpo indefenso del compañero sentimental de la húngara, un hombre de 31 años. Luego la apunta a ella y le dispara un tiro en el pecho. Mira a ambos lados, da media vuelta y sale del bar. Ya en la calle, huye corriendo.

Ajuste de cuentas

Los testigos interrogados por los Mossos d'Esquadra han descrito así lo sucedido. El balance, un muerto y una herida grave en lo que a todas luces parece un ajuste de cuentas por motivos aún no esclarecidos.

El tiroteo ha causado una enorme conmoción en el barrio, ya que los dueños del bar eran muy conocidos y apreciados por la vecindad.

Inmediatamente los Mossos ha iniciado una operación de búsqueda y captura del asesino para la que se ha requerido la participación del helicóptero de la policía autonómica.

La búsqueda, que se ha ampliado a diversas poblaciones del sur de Barcelona, de momento, ha resultado infructuosa. La policía sospecha que se trata de un pistolero experto.