Cementiris de Barcelona ha perdido los restos mortales de un difunto por impago del nicho en un camposanto barcelonés. La empresa municipal vació la tumba y depositó los huesos en un osario común, por lo que la familia ya no los puede recuperar.
El caso lo ha denunciado la Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vila, que ha exigido el viernes "más garantías" antes de desahuciar sepulturas y trasladar los restos.
Cruce de acusaciones
Según una nota de la Síndica difundida el viernes, el caso le llegó en noviembre, cuando un familiar acudió al cementerio y encontró el nicho vacío. Entonces, fue informado por la firma 100% pública de que había una deuda de 60 euros anuales contraída desde 2011.
Según la mercantil que dirige Jordi Valmaña, se intentó avisar a la familia en octubre y noviembre de 2014. También se optó por dejar una nota en el buzón para que acudieran a la oficina, documento que la familia sostiene que nunca recibió.
"Sin aviso"
Precisamente, los allegados del difunto subrayan que cambiaron el número de cuenta de la domiciliación de la tasa en 2011 al contratar un nuevo banco.
Agregan que nunca recibieron la notificación de impago de Cementiris de Barcelona pese a que la dirección de la persona titular del nicho estaba correctamente identificada.
"Extremar las precauciones"
La Síndica ha indicado que la sociedad municipal "actuó conforme a la ordenanza municipal". La defensora del pueblo de Barcelona ha matizado sin embargo que la mercantil debe "extremar las precauciones y asegurarse de que el titular conoce las circunstancias".
De lo contrario, ha añadido Maria Assumpció Vila, "las consecuencias del traslado de huesos pueden ser irreversibles", como finalmente ha ocurrido en este caso.