Una auditoría ha aflorado caos contable y contratación a dedo en la mutua municipal de Barcelona, el Instituto de Prestaciones de Asistencia Médica al Personal Municipal (Pamem). El peinado de las cuentas del organismo ha destapado irregularidades de 2011 a 2016, durante la etapa como alcalde de Xavier Trias (CiU).
La publicación del documento llega antes de que el ayuntamiento liquide el ente, que está cargado con un déficit de 22,9 millones de euros. También se difunde en mitad de las protestas de los funcionarios municipales, que se oponen a su desmantelamiento y a la integración de los 9.000 usuarios en la red pública.
Según la verificación publicada el martes en el portal municipal de transparencia, la entidad mutualista sufrió descontrol en la contratación de proveedores durante el periodo citado, además de un ingente volumen de déficit que han ahogado al organismo.
Sin publicidad
La inspección ha detectado malas prácticas en las dos entidades que componen el Pamem. En la entidad matriz, los auditores analizaron 21 contratos de cantidades de entre 23.000 euros a 12,7 millones.
"En diez no se tiene constancia de documentación justificativa completa. El 62% de la contratación debería ser revisada, sobre todo en el hecho justificativo de la inexistencia de concurrencia y publicidad", reza el informe.
La gestora de prestaciones sanitarias, la Sociedad Prestaciones de Asistencia Médica SLU (PAM), tampoco pasó el corte. El organismo que gestiona la asistencia primaria de la mutualidad presenta ocho adjudicaciones "con expedientes administrativos en marcha, o posibles adhesiones al CatSalut para regularizar la situación administrativa".
"Las otras siete [licitaciones] no tenían cobertura contractual o la documentación en poder del órgano gestor era insuficiente", concluyen los auditores. La cuantía de dichos contratos se mueve en una horquilla de 17.500 euros a 1,19 millones.
Sin instrucciones
Los gestores de la entidad pública participada por ayuntamiento (60%) y la consejería de Salud (40%) no sólo no hicieron bien la contratación hasta 2015. Según concluye el informe publicado ayer martes, 20 de junio, "no existían unas instrucciones internas de contratación que regulen las actuaciones de PAM SL".
El examen afea también al ente adscrito al Consorci Sanitari de Barcelona (CSB) la "débil" concurrencia y publicidad en las licitaciones iniciadas hasta 2016. "Existen contratos administrativos de Pamem y PAM SL con los mismos proveedores que la Generalitat o el ayuntamiento, sin adhesión por parte de las dos entidades a estas Administraciones", agregan los profesionales en contabilidad.
Ante este flagrante descontrol, la Dirección de Control de Gestión del Ayuntamiento recomendó a la gerencia del instituto "preparar y aprobar unas instrucciones internas de contratación para PAM SL, hacer cumplir la normativa de contratación para Pamem y crear un departamento de contratación potente que regule la situación administrativa".
La deuda crece
Además de las lagunas en la contratación, el informe revela que la mayor parte de la deuda actual del Pamem se generó durante el mismo periodo. "Las obligaciones pendientes de pago se doblan en tres años: de 8,5 millones en 2012 a 17,69 millones en 2015", indica el documento.
El fiscalizador lo atribuye a dos hechos: la caída de ingresos activos --las aportaciones de los mutualistas-- y la de los pasivos. Este último capítulo se refiere a la aportación de capital que realiza el Servicio Catalán de Salud (CatSalut) en virtud del convenio con el ayuntamiento.
Mientras la recaudación se desplomó de 2011 a 2015, el gasto se mantuvo estable en torno a los 11 millones de euros anuales. Ambos factores desequilibraron la contabilidad del organismo hasta cargarlo con la deuda actual.
Bronca por la liquidación
La publicación de la auditoría por parte del Ayuntamiento de Barcelona llega en un momento cargado de tensión y nada inocente. Los sindicatos con representación en el consistorio saldrán el miércoles a la calle contra el desmantelamiento de la mutualidad.
Antes, ayer martes, la parte social ocupó las dependencias del Pamem en la calle Viladomat de la capital catalana. La comisionada de Salud de Barcelona, Gemma Tarafa, reiteró por su parte en comisión municipal que el cierre es la mejor opción por la elevada deuda que arrastra la entidad pública.
El examen operativo publicado es sólo una parte de una inspección mayor que está realizando el equipo de gobierno que forman BComú y PSC. El bipartito ha prometido dar cuenta de la verificación tan pronto como termine.