La mayoría sindical de funcionarios de Barcelona ha tomado el martes la sede de la mutua municipal Pamem. Los empleados públicos han protestado en la sede del proveedor sanitario contra el anunciado cierre del mismo en septiembre.
La acción, en la que han participado CCOO, UGT, ASI y Sapol, la mayoría de la junta de personal en el ayuntamiento, ha sido el preludio de una manifestación convocada para mañana miércoles.
La marcha cargará contra el desmantelamiento del ente y su integración en el Servicio Catalán de Salud (CatSalut).
"No con nocturnidad"
Una portavoz de CCOO ha lamentado que los 8.000 usuarios del Pamem se tengan que integrar en el CatSalut "con nocturnidad y sin diálogo ni transparencia".
La misma fuente ha subrayado que los afiliados, todos funcionarios o exfuncionarios, "perderán derechos como la podología o la psiquiatría".
"Es evidente que CCOO está a favor de la sanidad pública. Pero defender que el Pamem debe desaparecer porque tiene deuda es olvidar que la red pública también la tiene", ha aseverado la activista.
"Déficit de 22,9 millones"
Horas antes, el equipo de gobierno ha defendido de nuevo la integración de la provisión de trabajadores municipales de Barcelona en la red pública.
La Comisionada de Salud, Gemma Tarafa, ha subrayado que "se han hecho 20 charlas informativas y más de 5.000 llamadas" para informar del proceso de transición a los mutualistas.
"El Pamem acumula un déficit que llegará a los 22,9 millones de euros en septiembre. Estamos realizando una auditoría sobre cómo se ha llegado a este punto de tensión de tesorería. Cuando lo verifiquemos, lo compartiremos", ha concluido Tarafa.