La documentación que obra en poder del Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona constata que la empresa GIEM Sports, principal implicada en el fraude de los columbarios del FC Barcelona, mantuvo estrechos contactos comerciales con el arzobispado de Barcelona y Terrassa para instalar ese tipo de nichos en zonas anexas a diversas parroquias.
GIEM Sports, adjudicataria del proyecto blaugrana, contrató a una empresa de asesoría para que elaborase diversos informes de viabilidad económica para la instalación de columbarios en distintas parroquias catalanas.
A gastos pagados
GIEM mantuvo contactos comerciales para desarrollar su negocio en las parroquias de Bellpuig, Iglesia de Sant Joan Baptista, Iglesia de Sant Pere d'Ègara, santuario de Els Àngels y la parroquia de Sant Esteve.
La estrategia de la empresa era vender o alquilar los columbarios que se instalaran en los jardines o terrenos anexos a las iglesias a cambio de correr con los gastos de mantenimiento de las mismas durante un determinado periodo de tiempo.
Nueva empresa
Tras estallar el escándalo de los columbarios del Barça, GIEM quedó prácticamente desactivada pero su máximo responsable, Santiago Bach, y su hombre de confianza, Rubén Tamarit, constituyeron una nueva sociedad con los mismos objetivos y, según ha podido confirmar Crónica Global, con los mismos proyectos de desarrollo de negocio en las parroquias.
Se trata de la empresa Coral Smart Invex SL. El propio portavoz de la arzobispado de Terrassa, mossèn Elías, lo ha confirmado en conversación con este medio.
Columbarios y tragaperras
La familia Lao, emparentada con el empresario Santiago Bach (principal imputado en el caso de los columbarios), estaría facilitando los contactos comerciales en la ciudad de Terrassa, población donde está instalada y muy bien relacionada la familia.
El Grupo Lao (especializado en máquinas tragaperras) apareció por primera vez citado en el sumario del caso columbarios durante el interrogatorio al que fue sometido el pasado lunes el jefe de los servicios jurídicos del Barça, Román Gómez Puntí. Este abogado afirmó ante el juez que una tercera empresa estaba interesada en el proyecto de los columbarios del club. En primera instancia no facilitó el nombre. A preguntas insistentes de la acusación particular y del propio juez, Gómez Puntí reconoció que se trataba del Grupo Lao.