Una sesión de reiki

Una sesión de reiki

Vida

Coto al timo del reiki

Administraciones y hospitales expulsan esta pseudomedicina, basada en la imposición de manos, que cuenta en España con más de 20.000 maestros

11 junio, 2017 00:00

Tras la homeopatía, le llega el turno al reiki, una pseudociencia médica basada en la imposición de manos y reinventada por un monje japonés en Estados Unidos en 1922. La Comunidad de Madrid, haciendo caso a colegios de médicos y expertos, ha decretado su expulsión de hospitales de primer orden como el Ramón y Cajal, Gregorio Marañón y Puerta de Hierro, y vetado el anuncio de sus cursos y másteres universitarios.

Otras autonomías estudian seguir sus pasos como Canarias, Andalucía, Galicia y Cataluña, donde esta práctica tiene un espacio en una decena de prestigiosos hospitales como el Virgen de la Macarena de Sevilla o el Vall d’Hebron y el Clínic de Barcelona. Y en universidades como la de Valencia, en la que hasta el 2016 se impartía un máster, similar al que se cursa en Las Palmas.

El reiki, como otras denominadas medicinas alternativas, no es una terapia reconocida por el Ministerio de Sanidad. Hace años que los expertos le pusieron el sello de engañabobos o directamente timo, porque ni es medicina ni es alternativa. Pero entró en los centros públicos a través de raras fundaciones siguiendo la moda del reconocido hospital MD Anderson Cancer Center de Houston, como terapia natural o energética o complemento paliativo para pacientes crónicos, especialmente oncológicos.

Con y sin manos

El reiki parte de la presunta existencia en el ser humano de un campo energético cuyo desequilibrio produce enfermedad. Existirían personas con capacidad para, mediante la imposición de manos, requilibrar ese campo. Pero ningún físico en el mundo ha encontrado evidencia alguna de su existencia ni ningún médico científico, su relación con enfermedad alguna.

sesion reiki

sesion reiki

Una sesión privada de reiki / EFE

La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) pone este ejemplo demoledor. Imagínese que lleva su coche al taller y el mecánico le dice que lo puede arreglar con solo aproximar sus manos, sin tocarlo. Pensará que es una broma. Es lo que ocurre en el ámbito sanitario con el reiki. Sus promotores dicen que manipulan una “energía universal” para curar cualquier enfermedad, incluido el cáncer, con solo acercar sus manos al paciente

Famosos y seguidores

Sin embargo, goza de mucho tirón también en Inglaterra, con la simpatía y respaldo del príncipe Carlos y Camila Parker. Otros seguidores famosos que aparecen en todas las listas son Sandra Bullock, Angelina Jolie, Halle Berry, Naomi Watts o Gwyneth Paltrow.

Más de 20.000 personas, casi tantas como sacerdotes tiene la Iglesia, practican y reciben en España sesiones de este toque terapéutico, como fue rebautizado en 1970 en EEUU, según John Curtin, presidente de la Federación Española de Reiki. La organización cuenta con 5.700 federados de toda España. Celebra desde hace tres años una especie de congreso en Bembibre, la capital de El Bierzo (León).

Relajante en empresas

A veces son los propios profesionales sanitarios quienes defienden esta medicina que mueve muchos millones de euros y que, sin ningún aval científico, gana adeptos, de toda edad y condición.

Incluso compañías como Repsol, Mahou y San Miguel celebraron el año pasado talleres, de la mano del profesor Mercury, famoso desde hace 20 años, para enseñar a los empleados esta técnica con el objetivo de reducir el estrés, mejorar el clima laboral, aumentar la productividad, la felicidad y su estado de salud.

“El reiki puede ayudar a las empresas de diferentes formas: mejorando los dolores musculares, venciendo la fatiga, mejorando la memoria y la autoestima... pero, sobre todo, ayuda a relajarnos”, prometió Mercury ante empresarios y directivos. No hay constancia de tanta mejora

Vidas en peligro

“Es una técnica milenaria y complementaria a otros tratamientos que puede ayudar a personas sanas o convalecientes de cualquier enfermedad a encontrarse mejor o dejar malos hábitos”, asegura Laura Gómez, médico de familia en un centro de salud madrileño y maestra en varios hospitales y clínicas.

“De milenario no tiene nada. Y aunque lo tuviera, los microbios y los virus se han descubierto después”, asegura el bioquímico José Miguel Mulet, autor del libro Medicina sin engaños, sobre los peligros de las terapias alternativas o pseudomedicinas, entre las que incluye al reiki. Explica que parece que funcionan por el llamado efecto placebo, pero a priori no tienen ningún efecto.

Curso reiki

Curso reiki

Curso de reiki / YOUTUBE

El problema es que a veces estas técnicas ponen vidas en peligro. Un ejemplo, que tienen a mano las sociedades científicas, es el de Steve Jobs, que optó por tomar zumos de frutas para tratar un tumor que padecía cuando era operable. Cuando decidió cambiar de opinión, era demasiado tarde.

Condena episcopal

La Iglesia Católica siempre ha visto con recelo esta medicina, sobre todo por el manejo milagroso de la energía que predica, sin contar con Dios. Los obispos de Estados Unidos la condenaron sin paliativos en 2009. “Si no es ciencia médica, y pretende curar mediante fuerzas "espirituales" y técnicas rituales que no son las que da el Dios único, eso es superstición, un pecado cercano a la idolatría”, asegura el documento.

Incluso varios exorcistas católicos de todo el mundo testimonian que muchas personas que atienden empezaron a sufrir problemas de influencia demoníaca tras prácticas de reiki.

La pasada semana, los cinco obispos del País Vasco y Navarra aprovecharon su bianual carta pastoral conjunta en Pentecostés (4 de junio) para atacar “la proliferación de nuevas formas de espiritualidad” y dejar claro que “el reiki, el chamanismo, el tarot y la videncia y similares son incompatibles con la fe y la auténtica espiritualidad cristiana”.

Parece claro, que si no cura nada y es dañino, según la religión y la razón, los hospitales públicos no son su sitio.