Cardiff es, este fin de semana, el foco de atención del mundo entero. Los aficionados al fútbol, especialmente los fans de la Vecchia Signora y los merengues, no se perderán su cita particular para presenciar quién se corona campeón de Europa esta temporada.
El fin de semana pasado, la final de la Copa del Rey en el Vicente Calderón, disputada entre el Barça y el Alavés, blindó Madrid con medidas similares a las adoptadas desde el viernes en Gales. La sombra del atentado de Manchester del 22 de mayo ha encendido las alarmas en toda Europa. Madrid fue la primera prueba tras el ataque y ahora llega el turno de Cardiff con el último partido de fútbol de la temporada.
Despliegue de seguridad máximo
La capital galesa experimenta las mayores medidas de seguridad de su vida y una de las más extremas de la historia de Europa. Hasta 15.000 efectivos, entre policías, protección civil, bomberos y personal médico, han sido desplazados desde el viernes a la capital. Cabe destacar que, de los 6.000 policías, 984 irán armados, algo atípico en la cultura británica en la que los agentes de calle nunca portan armas de fuego.
Las fuerzas de seguridad han instalado 52 bloques de hormigón en las calles en forma de barreras para evitar ataques terroristas con vehículos de grandes dimensiones como los perpetrados en Niza, Berlín y Londres.
Además de estas medidas, agentes especializados han inspeccionado las alcantarillas de la ciudad y perros adiestrados han rastreado todas las zonas. Tras el atentado de Manchester, el Gobierno británico ha elevado el nivel de seguridad. La alerta ha pasado de grave a crítica. El dispositivo de seguridad montado en torno a la ciudad en esta ocasión es mayor que el que se dispuso con motivo de la cumbre de la OTAN en 2016.
Desencuentros entre el ayuntamiento y la UEFA
El cumplimiento de las medidas de seguridad ha sido el objetivo principal del Ayuntamiento de Cardiff y de la UEFA. Aun así, ambos han tenido diversos desencuentros en algunas medidas. Todas las finales abren las puertas de las respectivas Fan Zones para los aficionados de cada equipo. El ayuntamiento galés informó el 26 de mayo que esta edición no contaría con esta infraestructura por motivos de seguridad, para evitar grandes aglomeraciones de gente.
La UEFA, en su afán de que la final sea una fiesta, enmendó el mismo día a media tarde la decisión del ayuntamiento y anunció dónde se instalarían esas zonas y afirmó que todo seguiría el procedimiento habitual, pero con extremas medidas de seguridad.
En algo que si han estado de acuerdo desde el primer momento es en la seguridad del partido. El cordón policial que aísla el estadio es de dos kilómetros y nadie podrá pasar esas barreras a no ser que muestre su entrada o su documentación personal y de su vivienda en caso de residir dentro de esos dos kilómetros a la redonda. Además, y como medida excepcional, el partido se disputará con el techo del estadio cubierto para evitar posibles ataques terroristas con drones.
El estadio estará cubierto durante el partido entre el Juventus de Turín y el Real Madrid
El negocio del fútbol
La final de este sábado —20.45 hora peninsular española— dejará millones en la capital galesa. Se prevé que cada visitante gaste unos 700 euros de media. El alojamiento es una utopía que ha disparado los precios de las habitaciones hasta 5.000 euros por noche. Lo más barato que se puede encontrar es el camping improvisado por 60 euros noche a las afueras de Cardiff.
La ciudad, de tan solo 400.000 habitantes, doblará su población este fin de semana, motivo por el que la especulación turística ha incrementado los precios medios un 300%.
El partido
En clave deportiva, el Juventus de Turín y el Real Madrid jugarán la final para convertirse en el rey de Europa. El Madrid llega como favorito, tras conseguir el pase a su segunda final de la Champions League consecutiva y su tercera en cuatro años. Gareth Bale, probablemente fuera del once inicial, jugará en su casa, donde es un referente deportivo.
La Vecchia Signora, por su parte, es el equipo menos goleado de todo el torneo, tan solo ha encajado tres goles en contra, y ya ha conseguido el doblete en Italia tras alzarse con el título de la Serie A y la Copa. Los de Allegri se presentan en Cardiff con una de las mejores defensas y con un mito bajo palos, Gianluigi Buffon, que a sus 39 años capitanea al Juventus y, en caso de ganar, conseguiría el único trofeo que le falta, la Champions League.