Reino Unido permanece desde anoche en nivel "crítico" por la amenaza terrorista tras el atentado en Manchester, porque la investigación preliminar revela que podría haber "un grupo más amplio de personas" implicadas en este ataque y que podría producirse otro de forma inminente, según manifestó anoche la premier Theresa May.
"Hemos concluido, con base en las investigaciones realizadas hoy, que el nivel de amenaza debe incrementarse desde severo a crítico. Esto significa, no solamente que un ataque resulta altamente probable, sino que puede haber un nuevo ataque de forma inminente", dijo May en una breve declaración ante los medios de comunicación tras reunirse por segunda vez este martes con el gabinete de crisis COBRA.
Nacido en Reino Unido
May explicó que, además del terrorista suicida, que ha sido identificado como Salman Ramadan Abedi, "nacido y criado en Reino Unido", "hay una posibilidad que no podemos ignorar de que haya un grupo más amplio de personas vinculadas a este ataque".
En consecuencia, el Gobierno ha activado la Operación Temperamento, de modo que "los policías armados encargados de vigilar lugares estratégicos serán reemplazados por miembros de las Fuerzas Armadas" y el personal militar se ocupará de velar por la seguridad de eventos públicos.
Sin alarmismo
"No quiero que la gente se sienta excesivamente alarmada", dijo. "Durante muchos años nos hemos enfrentado a una seria amenaza terrorista y nuestra respuesta operativa siempre ha sido proporcionada. Pido a todo el mundo que permanezca alerta y que coopere con la Policía en este importante trabajo", añadió.
May insistió igualmente en que "la cobardía siempre derrotará al valor, en que "el mal puede ser superado por el bien". "Nuestro valores --los valores liberales y plurales de Reino Unido-- siempre prevalecerán sobre el odio ideológico de los terroristas", sostuvo. "Mientras lloramos a las víctimas de este atroz ataque, seguimos firmes", remachó.
El atentado, que ha sido reivindicado por Daesh, ocurrió el lunes por la noche en el Manchester Arena, cuando un terrorista suicida se inmoló en una de las salidas del recinto al término del concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande. En total, 22 personas han muerto y 59 están heridas, incluidos niños.