La infanta Cristina dejó de ser duquesa de Palma el 12 de junio de 2015. Menos de un mes después de llegar al trono, Felipe VI se enfrentaba a la decisión de revocarle la facultad de usar el título nobiliario a su hermana --y, por extensión a su marido, Iñaki Urdangarin. Los escándalos de presunta corrupción del exjugador de balonmano, en aquel momento imputado junto a la hermana del Rey por el caso Nóos, llevaron al monarca a desproveerla del mérito.
Desde ese momento, el título está vacante, tal como confirman fuentes del Ministerio de Justicia. Pero éste no es un mérito como los demás, sino que pertenece a la Casa Real. El padre de Cristina de Borbón, el rey emérito Juan Carlos I, fue quien le concedió el título a su hija en 1997, cuando se casó con Urdangarin.
En desuso
Este estatus de pertenencia a la Casa Real hace que el título no se pueda rehabilitar tras quedar en desuso. En este caso, tiene que ser el Rey quien decida atribuir el uso del título a un miembro de su familia, de forma vitalicia. Para las demás distinciones aristocráticas, los sucesores inmediatos pueden solicitar la rehabilitación en un periodo de un año.
Si no ocurre, empieza otro periodo de 12 meses para que lo haga el siguiente en orden de preferencia. Finalmente, ante una ausencia de solicitudes, se ofrecen tres años más para que cualquiera que se crea con derecho a sucesión pueda pedir el título nobiliario. Pero la revocación del ducado de Palma, que desde el ministerio califican de “caso singular”, no es el único que ha llevado a cabo Felipe VI desde que llegó al trono en junio de 2014.
Condado de O’Reilly
Hay otro caso de revocación del actual monarca. Es el del condado de O’Reilly. Tan solo seis días después de hacerlo con la infanta Cristina se retiró el título al periodista Darío Valcárcel y Lezcano, que falleció en 1998. Fue fundador del diario El País y consejero delegado de ABC, y heredó el título en 1994.
En este caso, es posible solicitar la rehabilitación. En el del ducado de Palma, será el Rey quien tenga la última palabra y decida si se queda vacante o si se lo concede a otro miembro de la Casa Real.