El juez ha ordenado este miércoles la detención de, al menos, siete de los principales componentes de una organización internacional especializada en el robo de fábricas y naves industriales.

La banda utilizaba tecnología punta para anular las alarmas e incluso desabastecía de energía eléctrica todas las empresas del polígono mientras se introducía en las fábricas.

Los ladrones buscaban la caja fuerte y también el género almacenado en las naves, una mercancía que luego colocaban en el mercado negro. La operación, que permanece abierta, se desarrolla en Barcelona y el Baix Llobregat, especialmente en L'Hospitalet de Llobregat, donde se ha producido el grueso de detenciones.

Arrestos y registros

Los Mossos d'Esquadra han realizado al menos cuatro registros, dos en almacenes en los que esta organización guardaba la mercancía robada, y otros dos en pisos que ocupaban los líderes del grupo.

Se trata de una banda compuesta por ciudadanos de origen rumano expertos en electrónica y electricidad que, tras estudiar su objetivo, desplegaban un plan para anular las alarmas, no sólo de la fábrica que iban a asaltar --normalmente por la noche--, sino de todo el polígono, si era preciso. El apagón duraba exactamente lo que duraba el robo.  

Profesionales

Los miembros de ese grupo tenían divididas las funciones: mientras unos se encargaban de las alarmas y la seguridad, otros se dedicaban a ejecutar el asalto y robaban el dinero y la mercancía.

Unos de los detenidos era el volantero que, como si se tratase de una taxista, recogía uno a uno a todos los miembros del grupo tras la acción y emprendía la fuga hacia uno de sus escondites. Los Mossos atribuyen a esta organización, una de las más prolíficas que se conocen, una veintena de robos a fábricas en distintos puntos de Cataluña.