La ‘titulitis’, primera motivación de los mayores de 25 para volver a la universidad

Las universidades están llenas de jóvenes recién salidos del instituto, pero no son sus únicos alumnos. Un número de plazas de cada carrera está reservada a estudiantes mayores de 25 (3%) y de 45 años (1%), que tienen que superar unas pruebas específicas. No es insólito, por tanto, ver alguna que otra cana entre las cabezas que ocupan los pupitres de una clase.

En las tres principales universidades públicas de Barcelona, hubo un total de 635 alumnos que superaban los 25 años el curso pasado. En concreto, la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) contó con 349; la Universitat de Barcelona (UB), con 236; y la Universitat Pompeu Fabra (UPF) tuvo a 50 estudiantes no salidos directamente del instituto en sus aulas.

Más titulaciones

Las motivaciones entre las personas que estudian en la universidad una vez superada esta etapa temporal son diversas. Uno de los perfiles más común es el del estudiante con titulitis. “Muchas veces, tras terminar la carrera parece que no es suficiente con ser graduado, y hay muchas personas que optan por volver a estudiar, incluso mientras trabajan”, indica Francisco Esteban, profesor de la facultad de Educación de la UB.

Es el mercado laboral el que exige esta sobretitulación; cuantos más certificados, mejor. Aun así, la tendencia empieza a cambiar, como ocurre en las empresas tecnológicas multinacionales. Silicon Valley fue la cuna de esta nueva forma de contratar a los trabajadores: sin leerse el currículum y en base a las capacidades prácticas de cada uno. 

El top cinco

Los intereses de los alumnos que superan la edad universitaria tradicional son muy concretos. Una de las carreras más solicitadas es Derecho, que fue la preferida por estudiantes que accedieron a los centros a través de las pruebas para mayores de 25 y de 45 tanto en la UB como en la UPF.

En la UAB, fue Medicina la que más estudiantes de este tipo reunió, seguida de Psicología. Derecho ocupa la tercera posición del ranking. Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Educación Primaria son también de las más demandadas, según informan los tres centros.

¿El alumno perfecto?

Los que menos presencia tienen son los mayores de 45 años. En estos casos, indica Esteban, suelen ser personas que “se incorporaron al mercado laboral de muy jóvenes y no tuvieron la oportunidad de pisar la universidad”. Una vez jubilados, algunos deciden recuperar –con alguna diferencia– la vivencia perdida.

“Como vienen por puro ocio e interés, son los más aplicados”, explica el docente. En estos casos, suelen decantarse por carreras de “artes liberales”, como Historia, Humanidades e Historia del Arte. Son, concluye Esteban, los “alumnos perfectos”.