Finalmente, el investigado Rafael Pallardó, acusado de blanquear en Andorra decenas de millones del entramado empresarial de Gao Ping, se ha salido con la suya.
Cinco exdirectivos de BPA, imputados en la causa que provocó la intervención del banco, han presentado ante el Tribunal de Corts andorrano --equivalente a la Audiencia Nacional-- la denuncia que, de forma infructuosa, Pallardó trató de introducir en el juzgado de instrucción que investigaba el caso.
El sumario del caso BPA, tras la fase de instrucción, ha pasado al Tribunal de Corts, que está cerrando los últimos flecos para juzgar a los más de 25 imputados.
Delator, pero al revés
Inicialmente, la instructora del caso BPA, del que Pallardó es el primer delator, no admitió la denuncia del intermediario contra la fiscalía y la policía andorrana, porque él no era (ni es) parte en ese sumario.
Rafael Pallardó, que en 2015 denunció con sumo detalle las supuestas prácticas delictivas de la cúpula del banco, dos años después se ha desdicho y asegura que entonces declaró bajo coacciones de la policía y de la fiscalía.
Denuncia en el juzgado
Como era previsible, los imputados en el caso BPA no han tardado en hacerse eco de esa denuncia que, sin duda, les beneficia dado que desmorona (o eso pretende) los fundamentos sobre los que se sustentó el inicio del caso. La primera de las dos declaraciones del polémico Pallardó provocó la detención del ex-CEO del banco Joan Pau Miquel y la intervención de la entidad.
El Tribunal de Corts debe decidir si esa denuncia la remite a los juzgados de instrucción para que se investigue o si citará a Pallardó como testigo en el macrojuicio BPA.