Al turista británico le encanta España, no es un nuevo hallazgo. El pasado año llegaron un total de 18 millones de visitantes de las islas, y la previsión es que en 2017 la cifra aumente a pesar de las medidas del Brexit.
Si además aprovechan la picaresca y, con suerte, las vacaciones les salen gratis, mucho mejor.
Una nueva moda está invadiendo las costas españolas, que empiezan a sucumbir ante el fenómeno guiri.
Se trata de una plaga de falsas gastroenteritis. Los turistas fingen indigestiones para estafar a los hoteles, y así sacar sus vacaciones a coste cero como recompensa.
La raíz del fenómeno se encuentra en un grupo de abogados británicos que incitan al fraude. Éstos captan en las redes sociales a los turistas que se encuentran en el territorio español y les animan a timar a los hoteles.
Autobuses amarillos
El modus operandi de estos letrados es tan sencillo como efectivo: entregan un formulario al turista para que exponga sus dolencias y pida el tique de la farmacia donde han adquirido el producto antidiarreico. Posteriormente, le proponen que denuncie al hotel donde está alojado.
La actuación de los captadores se vive en plena vía publica. Los estafadores instalan unos autobuses amarillos para atraer a los turistas. Se trata de un elemento muy potente de marketing que no disimulan, y que tiene como explícito lema No win, No fee (si no ganas, no pagas). Tienen posiciones estratégicas: la playa y la entrada a los hoteles. Lleva escritas leyendas como "reclama ahora; pregunta cómo hacerlo" y "reclamaciones clínicas".
Un caramelo en la boca para los jóvenes con pocos recursos económicos, que son los que más se fían de estos abogados buitre.
Los autobuses utilizados por los abogados británicos para captar turistas que denuncian a los hoteles por indigestión / CG
Los hoteles, a pagar
El pleito se realiza en su país de origen y dejan a los empresarios hoteleros indefensos porque el paquete vacacional se ha reservado a través de un turoperador británico y es en territorio británico donde se ha de ver la causa, que debido a la legislación local siempre es admitida a trámite.
Los hoteles acaban pagando las vacaciones al turista porque “es muy complicado especificar que el consumidor no ha contraído ninguna enfermedad”. De esta forma explica el problema el secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEAT), Ramón Estalella.
El fenómeno empezó a coger forma en las Islas Baleares, pero se ha expandido ya por todo el litoral. Benidorm, Salou, la Costa del Sol y Canarias también han sufrido numerosos incidentes similares.
Más de 700 casos en España
Las últimas cifras revelan que ya se han detectado 700 casos de estas afecciones fraudulentas en el territorio español. “Hoteles que nunca han tenido problemas con la comida, de repente tienen intoxicaciones todos los días”, afirma Estalella.
Antonio Aranda, de la Asociación de Hoteleros de la Costa del Sol, asegura que “solo se enferman los británicos, los demás están todos bien". "Es muy mala suerte”, sentencia con sorna.
La broma saldrá cara a los hoteleros españoles. Por un lado, la CEAT prevé unas pérdidas de más de 100 millones de euros, y también augura un aumento significativo de los precios por noche.
Un grupo de turistas británicos toma el sol en una playa española / CG
Los empresarios ya han tomado cartas en el asunto. Hacen firmar al turista británico un contrato para que, en caso de tener pleitos, el juicio se dirima en España.
En algunos territorios, como en Baleares y Canarias, las agrupaciones de hoteleros piden a las farmacias que no vendan medicamentos sin prescripción médica en caso de que la necesiten. Son dos estrategias "clave" para cubrirse las espaldas.
El Gobierno británico estudia la situación
Las Foreign Office del Gobierno británico quieren echar una mano a los hoteleros españoles y poner coto a esta plaga de denuncias. Aún no se han anunciado medidas al respecto, aunque las conversaciones entre los agentes implicados siguen "en pie y en contacto continúo".
De cara al verano podría haber novedades al respecto de este problema que está afectando a uno de los sectores con más demanda en esta época.