“Soñando el sueño imposible”. Así se presenta en Twitter Melisa D. Ruiz, la líder de Hogar Social Madrid, el colectivo de ultraderecha que sólo reparte comida a los españoles. Esta semana, la policía comenzó el desalojo del inmueble okupado por el grupo, en el número 107 de la calle Velázquez de la capital española. Se trata del quinto desalojo en dos años.
-¿Habíais recibido algún aviso previo?
-No sabíamos nada de lo que iba a suceder. Nunca nos han avisado. Por ley debe haber una persona personada que tenga derecho a recurso y notificaciones, así como el plazo en el que uno debe abandonar el inmueble. Al no personarnos ninguno, nos secuestran este derecho.
-¿Cómo son los desalojos?
-Todos han sido en esta misma tónica, tranquilos. No ponemos resistencia porque con 51 antidisturbios no hay nada que hacer. Es una tontería oponerte. Es bastante hardcore porque te enteras cuando a las 6.30 de la mañana te enfocan con una linterna dentro de tu propia habitación y te dicen que te levantes. Sólo pedimos que se cumpla la ley como con otros grupos de izquierda, que se les notifica en todo momento.
-¿Hay diferencia?
-Existe un trato muy diferencial. En dos años este fue nuestro quinto desalojo. Las casas okupas aquí en Madrid de extrema izquierda llevan entre 5 y 10 años okupadas. A nosotros, en una media de 4 ó 3 meses y medio nos echan. Exigimos un trato igualitario.
-¿Cuántas personas había en el edificio?
-En ese momento había 14 personas y tres militantes viviendo dentro del Hogar, provenían de la calle o habían sido desahuciados, y les hemos conseguido trabajo. Es una putada que de un día para otro se queden sin casa y puede que incluso sin trabajo. Esa noche también estaba yo porque me quedé trabajando hasta tarde.
-¿Y ahora qué?
-Okuparemos otro edificio. De momento, como no se pueden quedar en la calle, los hemos reubicado en nuestras casas porque, por lo menos, los que tienen trabajo, no lo pierdan.
-¿Echáis de menos algunas ayudas por parte del Gobierno o de instituciones?
-Sí, y de algunas entidades, pero tampoco somos ilusos. Sabemos que nunca tendremos su apoyo porque molestamos tanto a la derecha como a la izquierda. El PP nos tiene fritos a multas y nos persigue, igual que el ayuntamiento y la izquierda.
-Os llaman racistas, fascistas y neonazis. ¿Os sentís identificados con alguna etiqueta?
-No, la verdad es que no. Sencillamente somos españoles ayudando a españoles, creemos en la libertad de expresión y cada uno puede pensar como quiera. En ningún momento nos podemos enmarcar ni en la derecha ni en la izquierda. De hecho, la derecha en sí misma es liberal y nosotros somos sociales. Estas etiquetas lo único que buscan es echar por los suelos la labor que desempeñamos. Ayudamos a los españoles porque consideramos que lo están pasando muy mal y no tienen unas instituciones que les protejan. Esto no es ni de ultraderecha ni racista.