Un centenar de familiares y amigos han recordado este viernes a las 150 víctimas del accidente aéreo del vuelo Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses en el segundo aniversario de la tragedia. El avión despegó de Barcelona y se dirigiría a Düsseldorf.
En un acto que se celebró el pasado jueves en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, los allegados de los fallecidos guardaron un minuto de silencio frente al monolito que recuerda a las víctimas en la terminal T2 del centro aeroportuario. Este viernes continúan los homenajes, con una misa en las zonas del accidente y un concierto privado en el Monasterio de Pedralbes.
"No tenía motivos"
A diferencia del pasado año, la ceremonia no contó con presencia institucional. Ni el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ni el el de la Generalitat, Carles Puigdemont, acudieron al acto de El Prat.
Cabe recordar que la Fiscalía de Düsseldorf responsabiliza de la catástrofe al copiloto Andreas Lubitz, quien sufría problemas psicológicos y apenas durmió en los días previos al accidente. En una entrevista para el rotativo alemán Die Zeit, el padre del hombre que provocó el accidente afirma que "no quería suicidarse". "Estaba a punto de casarse y quería tener hijos", reconoce Günter Lubitz.