Ser azafata de vuelo es un sueño para muchas jóvenes que buscan una oportunidad profesional en un oficio que tuvo mucho prestigio en su día, pero que cada vez está menos valorado. La entrada en el mercado de las compañías low cost y el cambio que la sociedad ha experimentado, que ha pasado de volar como algo extraordinario a volar como algo más que frecuente, ha cambiado la forma de ver a los profesionales del sector. Los pilotos son los únicos que aún siguen teniendo una alta consideración entre la sociedad, mientras que la tripulación de cabina pierde aunque todo dependa para qué aerolínea se trabaje.
Air Nostrum convocó el miércoles pasado en un hotel de Barcelona a los aspirantes a un puesto de trabajo en sus aviones. Acudieron más de 100 personas.
Tres horas de selección
Convocatoria en el Hotel NH Barcelona Stadium
El acto, programado para las 11 de la mañana, duró unas tres horas: los candidatos pasaron las pruebas para ver si reunían las condiciones físicas --sobre todo, altura--, psicotécnicas y de idiomas, y quedaron a la espera de una confirmación para el puesto durante las próximas semanas, ya que la compañía tiene previstos otros actos similares en Oviedo, Madrid y Málaga.
Los requisitos son muy similares en todas las compañías. Tener entre 18 y 26 años, una formación académica de bachiller o ciclo formativo, no llevar tatuajes ni piercings visibles, predisposición para cambiar de lugar de residencia, un inglés fluido y saber nadar. Además, las mujeres tienen que medir entre 1,65 y 1,80 centímetros. Y los hombres de 1,70 a 1,80.
La altura, muy importante
El proceso de selección se divide en varias fases, en primer lugar una evaluación del currículum y de la formación académica de los candidatos y seguidamente la verificación de las condiciones físicas exigidas. En este punto, AirNostrum es exigente. Más de una treintena de chicas quedaron fuera del proceso en la primera fase, pese a superar la altura mínima, como nos cuentan Imam y Raluca (1,65 y 1,67). Del mismo modo, quedó fuera Nerea (27 años) quien explica “a este oficio se llega por vocación; si estás muy apegado a la familia no podrás, pero si eres más independiente y te gusta viajar es el trabajo perfecto. Pero parece que soy algo mayor para esta empresa”.
Imam, una aspirante a azafata
Todas ellas tienen el certificado de Tripulante de Cabina de Pasajeros (TCP), pero para la aerolínea valenciana eso no es suficiente, sino solo imprescindible. Una vez completado el primer test, los candidatos hicieron los psicotécnicos y, posteriormente, un examen de inglés con una profesora nativa para evaluar su dominio del idioma.
Mónica, original de Cabo Verde, habla español, inglés y portugués. La del miércoles fue su primera convocatoria para presentarse a un proceso de selección para azafata aérea, del que asegura es un trabajo que quiere por vocación. Arnau, de 23 años, habla inglés y español y espera una oportunidad en un sector donde cada vez hay más varones ejerciendo.
El certificado
Todos ellos tienen un factor común, aman la profesión y además han financiado de su bolsillo el curso de TCP, un certificado que se imparte en diversas escuelas privadas por toda España y con un precio que oscila entre 3.000 y 4.000 euros, homologado por el Ministerio de Fomento y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
El mercado aeronáutico se ha convertido en uno de los más competitivos en los últimos años. AirNostrum ha decidido apostar por la calidad en el trato al cliente y no competir por precio con las aerolíneas low cost. Su mercado se focaliza en vuelos regionales en España y grandes ciudades de Europa. Además, su convenio con Iberia incrementa el número de sus pasajeros ya que AirNostrum es la encargada de muchos vuelos nacionales con destino a grandes aeropuertos con conexiones para vuelos intercontinentales operados por la antigua compañía de bandera.
La compañía ofrece cursos a los candidatos seleccionados en Valencia --gastos de traslado y hospedaje no incluidos--, donde reciben preparación específica para moverse en los modelos de aeronave con los que opera AirNostrum. Aun así ese curso no asegura al 100% a los candidatos que acabarán trabajando para la compañía.
Hacer currículum
Francisco Romero, jefe de prensa de AirNostrum, aclara que el curso “no les asegura un trabajo, pero nuestra inversión en estos candidatos no está pensada para perder el tiempo, así que un 90% acabará como tripulación de AirNostrum. Aunque en un futuro --añade-- muchos de ellos cambiarán por compañías con mejores condiciones laborales y salariales".
Efectivamente, la rotación de este tipo de empleados en las compañías pequeñas es elevada. Algunos de los candidatos de Barcelona --la mayoría de ellos tienen empleo-- explican abiertamente que se presentan a estos procesos para ganar la plaza y hacer currículum, porque el objetivo es llegar a trabajar para una de las grandes como Emirates o Qatar Airways, donde los sueldos son mucho más altos y las condiciones laborales aún tan envidiables como las de aquellas azafatas de hace 40 años.