Era una sentencia pionera en Baleares. Por primera vez, un ex alto cargo de una entidad bancaria era condenado a restituir con su propio patrimonio las pérdidas millonarias en que aquélla había incurrido a raíz de un fiasco inmobiliario en Miami y Las Vegas. La resolución, dictada hace ocho meses, le consideraba responsable del aciago resultado de la operación.
Ahora, el proceso ha dado un vuelco y la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca ha revocado el fallo que en primera instancia obligaba a un antiguo consejero de Sa Nostra, actualmente integrada en el Banco Mare Nostrum (BMN), a abonar hasta un total de 34,3 millones de euros a este grupo y a Innostrum División Inmobiliaria Unipersonal (antes denominada Invernostra) por negligencia en el proyecto de ejecución de tres macroproyectos en Estados Unidos. Proyectos que, finalmente, no se llevaron a cabo.
Indicios insuficientes
La resolución de la Sección Quinta estima el recurso de apelación interpuesto por el demandado, Rafael Oliver, contra la anterior sentencia y señala que no hay indicios suficientes para atribuir a las actuaciones del exdirectivo, que se encargó de las gestiones de la operación, el fracaso en el que ésta derivó.
En concreto, fue en 2007 cuando Invernostra --propiedad de Sa Nostra-- invirtió más de 34 millones de euros en la ejecución, bajo el nombre de Proyecto Brickell, de dos torres en una lujosa zona de negocios de Miami denominados Emeurade I y II para albergar zonas residenciales, aparcamientos, oficinas y comercios, así como del Proyecto Las Vegas, constituido por cinco torres de 41 alturas cada una, cerca del Strip, donde se ubican los principales hoteles y casinos de la ciudad.
Plan estratégico de Sa Nostra
Ninguna de estas construcciones vio la luz y todo quedó en un pufo. La audiencia es tajante a la hora de desligar al anterior directivo de las maniobras frustradas y recalca que no fue "ocurrencia" suya financiar la promoción de los inmuebles, puesto que aquélla "formaba parte del plan estratégico de Sa Nostra". La Sala tampoco considera probado, en este sentido, que se produjera una ocultación de datos al consejo de administración de la antigua caja de ahorros.
La intención de Invernostra pasaba por invertir 50 millones de dólares mediante pagarés, con vencimientos entre 2008 y 2010, en las sociedades que pretendían ejecutar los proyectos, para posteriormente obtener 110 millones de dólares pagaderos entre 2008 y 2011. Finalmente, ni las construcciones se ejecutaron ni hubo ningún tipo de ganancia. Sa Nostra perdió todo lo que había desembolsado.
El ex director general también fue absuelto
El exdirectivo ahora absuelto alegó durante el proceso judicial que la gestación del proyecto fue llevada a cabo por técnicos y analistas de Invernostra y Sa Nostra, no por él, mientras que el diseño y revisión de la operación fue realizado por asesores externos.
La demanda de acción social de responsabilidad interpuesta por BMN por estos hechos iba también dirigida contra el que fuera director general de la caja, Pere Batle, quien por su parte ya fue absuelto por prescripción debido a que la interposición de la demanda se produjo una vez transcurridos cuatro años desde que cesó como consejero de Invernostra.