Luz verde a la renovación --que no ampliación, como sugiere el gobierno municipal-- del centro comercial Diagonal Mar de Barcelona. Pero no se llevará a cabo porque la votación haya sido favorable en el pleno del consejo municipal de este viernes, sino por silencio administrativo.
El gobierno de Ada Colau encargó un informe jurídico para estudiar si el ayuntamiento podía frenar la ampliación comercial de 5.341 metros cuadrados aunque cumpliese con los requisitos técnicos. El resultado: se puede denegar si existe una motivación suficiente. Un segundo informe, sin embargo, estableció que, en este caso concreto, la denegación sería contraria a derecho.
“Rozan la prevaricación”
“Ustedes intentan vulnerar legalidad pero han rozado la prevaricación. Han actuado con mala fe. Los conceptos que se discuten no son políticos, son técnicos y se ajustan, o no, a la ley. Las valoraciones políticas las hacemos en otro momento”, ha dicho Alberto Fernández, presidente del grupo municipal PP.
Fue el mismo partido quien solicitó la redacción de un estudio de impacto comercial en el entorno, que se incluyó en los informes de movilidad. Según ha dicho la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, han abogado por abordar el asunto en un debate político aunque se deba aprobar.
Nuevas tiendas
“Haremos todo lo posible por garantizar el comercio de proximidad. Cuando la norma nos dice que no se puede hacer más, planteamos el debate político. No escondemos la cabeza bajo el ala”, ha dicho Sanz.
El centro comercial Diagonal Mar, ubicado en el distrito de Sant Martí, podrá implantar locales inferiores a 2.500 metros cuadrados, algo que no implica aumentar su edificabilidad, sino que se redistribuyen espacios internos: se sustituirán siete salas de cines de las 18 existentes por nuevas tiendas.