Nestlé y la entidad sin ánimo de lucro Otro Tiempo han acordado poner en marcha un nuevo proyecto llamado Otro Tiempo, Otro Planeta en el que la multinacional suiza gestionará el reciclaje de sus cápsulas Nespresso y Dolce Gusto con la participación de mujeres en riesgo de exclusión social o que hayan sido víctimas de violencia de género de la Comunidad de Madrid.
Tras el inicio del programa de reciclaje, que empezó en Barcelona en 2011, la expansión a otras ciudades ha crecido progresivamente hasta llegar a Madrid con un proyecto social mejorado.
El proyecto
Otro Tiempo acordó con el Ayuntamiento de Madrid y CESPA, la empresa encargada de la gestión de residuos de Madrid, introducir a mujeres en peligro de exclusión social para la recogida de las cápsulas en los 16 puntos verdes de Madrid capital, distribuidos por distritos.
Rosario González, coordinadora del proyecto, explica que “las mujeres participan en el proyecto en distintos papeles, tanto pueden ser recogedoras como comerciales o administrativas". González aclara que los contratos son temporales durante seis meses, por considerarse un período de prueba, pero una vez finalizado ese tiempo pueden pasar a ser indefinidos si las candidatas son aptas para el puesto. La coordinadora añade que ese su objetivo, “que encuentren una estabilidad que les ayude a salir de su situación, no un trabajo de seis meses”.
Además, en la selección de mujeres no hay un límite de edad si se cumplen los requisitos físicos para desarrollar las funciones, ya que la fundación conoce las dificultades que tienen las mujeres mayores de 45 años para volver a encontrar trabajo.
El proceso
Nestlé ha facilitado contenedores para depositar las cápsulas en cada punto verde de Madrid, uno de 120 litros para cápsulas Nespresso y otro de 120 litros para cápsulas Nestlé Dolce Gusto.
La multinacional se encarga del proceso de reciclaje: primero extrae el café sobrante de las cápsulas y lo convierte en compost. Posteriormente el abono generado se dona a los arrozales situados en el Delta del Ebro para su utilización en los cultivos. El mismo arroz que se cosecha con ese abono, Nestlé lo compra y lo dona a la Federación Española de Banco de Alimentos.
El plástico y aluminio restante de las cápsulas se destina a la fabricación de mobiliario urbano para las ciudades con proyectos similares, como Barcelona donde ya se pueden apreciar piezas en zonas como la Fábrica del Sol o el Punt Verd de la Barceloneta, al igual que otras localizaciones como ESADE Creápolis en Sant Cugat del Vallès o en el Monasterio de Poblet.