La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha salido a la palestra a través de las redes sociales para mostrar su indignación por los disfraces sexistas para niñas. “Toda la razón a Marta Sibilina. ¡Qué vergüenza! ¡Esto también es violencia machista y se debe terminar!”. Con esta declaración, la primera edil barcelonesa ha dado a entender que desde las instituciones se trabajará para terminar con este tipo de indumentarias que sexualizan a los menores.
El pronunciamiento de Colau adquiere más relevancia por la cercanía del Carnaval. La concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Barcelona, Laura Pérez, ha explicado a Crónica Global que no descartan ampliar sus campañas de sensibilización para atajar la sobresexualización en los disfraces de niños: “Vamos planteando campañas durante todo el año cuando consideramos que es violencia machista, como ha dicho la alcaldesa en Twitter. Tal vez tendremos que trabajar esas derivadas de cómo desde la infancia obligamos a niños y a niñas a expresarse de una forma adulta”, ha esgrimido.
Imagen hipersexualizada
La imagen de la polémica fue tomada hace un año en San Blas, Madrid, por Carolina Rodríguez, viguesa afincada en la capital. Con ocasión de los carnavales fue recogida y denunciada por el grupo de Facebook CULTURA RE-EVOLUCIONARIA, y de ahí al popular tuitero El Hematocrítico que ha terminado por darle el eco viral.
Los ropajes, explica Pérez, muestran una “pose hipersexualizada” de profesiones --enfermera y bombera-- “donde no hay que hacer esa pose y la movilidad estaría reducida por los tacones”. “Está absolutamente fuera de la normalidad”, concluye a este respecto.
Sin competencia
Desde el equipo municipal asumen no tener competencias para regular el tipo de disfraces que hay en el mercado, pero no descartan ponerlo en conocimiento de la fiscalía si consideran que se puede incurrir en un delito de sexismo. Una situación que ya se ha dado en anteriores ocasiones con publicidad considerada sexista.
El caso más emblemático fue el de la cadena de restauración La Burguesa que lanzó una campaña publicitaria en la que se veía una mujer troceada como si fuera un animal listo para el despiece y su posterior consumo. La campaña fue retirada tras la denuncia del ayuntamiento por “sexista y denigrante”.
Durante la campaña navideña, el consistorio puso en marcha una campaña titulada Ni rosas ni azules para sensibilizar en contra de la división tradicional de roles que promueven la mayoría de tiendas de juguetes.
Con la festividad de Carnaval a la vuelta de la esquina, es un buen pretexto para desplegar nuevas políticas en favor de la igualdad que se centren en la sexualización en la infancia. Pérez ha insistido en que “sobre todo” pondrán sus esfuerzos en “sensibilizar” contra este tipo de indumentarias.