Los supermercados británicos tienen falta de stock de verduras. El mal tiempo en el sur de Europa ha obligado a racionar las lechugas y los brócolis en Reino Unido. Los establecimientos han colocado notas informativas en sus secciones de verdura en las que culpan a las heladas en España de la escasez. La variedad más afectada es la lechuga Iceberg.
En una de las cadenas de supermercados más populares del país, Tesco, los clientes pueden comprar un máximo de tres piezas. Los establecimientos de Morrisons solo permiten la adquisición de dos lechugas. Otras cadenas, como las alemanas Lidl y Aldi, aseguran que no han notado el impacto de la ola de frío en sus existencias.
Precios por las nubes
Otra de las consecuencias de la falta de stock ha sido el aumento de precios, que se han situado en máximos. En los Lidl de Reino Unido, por ejemplo, las lechugas Iceberg han subido de 0,42 libras a 1,19. La escasez empezó a finales de enero con problemas con los calabacines y las berenjenas.