La fiscal anticorrupción, Teresa Duerto, cierra el círculo sobre los responsables de la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), que disfruta de la concesión parcial de la limpieza y la recogida de basuras en Barcelona y que está siendo investigada por estafa y falsedad.
De momento, los informes municipales sitúan el volumen de dinero presuntamente estafado en 1,5 millones en los últimos 28 meses.
Según la información que obra en poder de la fiscal, FCC sisaba dinero al ayuntamiento tanto en la ejecución del contrato de limpieza como en el de recogida de basura y residuos.
Menos limpieza, más dinero
Por lo que respecta al contrato de limpieza, las pesquisas de Anticorrupción apuntan a que, de forma reiterada, la totalidad de los equipos contratados con la empresa para salir diariamente a la calle sólo lo han hecho sobre el papel. En muchas ocasiones, según la investigación, el número de equipos operativos era inferior a la cifra de los que se hacía constar, cifra que estaba acordada en el contrato vigente.
FCC ponía menos barrenderos en la calle de los que le tocaba y cobraba por un servicio que no realizaba, al menos, en su totalidad. No solo eso: al no comunicar que eran menos los equipos de limpieza trabajando en la calle que los que correspondían por contrato, evitaba la penalización económica a la que estaba sometida si alguna vez la cifra de efectivos de limpieza era inferior a la acordada.
Basura camuflada con basura
Por lo que respecta a la estafa en la recogida de basuras y residuos, según datos de la investigación preprocesal de la Fiscalía, FCC hacía constar menos toneladas de las que verdaderamente había retirado de la calle y de los contenedores. Esa falsedad se realizaba, presuntamente, con el objetivo de cobrar el máximo canon de los acordados y contratados con el ayuntamiento.
Según el contrato suscrito entre el consistorio y FCC en 2008, el ayuntamiento se comprometía a pagar una determinada cantidad de dinero por una determinada cantidad de basura retirada. A partir del momento en que el volumen recogido fuese mayor, el canon bajaba y el ayuntamiento pagaba menos.
Por lo tanto a FCC le interesaba no superar las toneladas acordadas, pero sin dejar de recoger contenedores y residuos en la calle.
¿Cómo lo hacía?. Pues según los últimos informes aportados por el ayuntamiento, FCC mezclaba basuras de distinto tipo y peso. Por ejemplo, los pesados residuos orgánicos –basura doméstica, determinado tipo de escombros– se mezclaban con plásticos de menor peso. Una vez en la incineradora, esa agregación se eliminaba sin ningún proceso de reciclaje o separación de productos, haciendo constar que todo era basura orgánica, pero con un pesaje inferior al volumen incinerado.
FCC acaba contrato
El contrato de Fomento de Construcciones y Contratas vence el año que viene. Según el acuerdo, todavía vigente (aunque su incumplimiento ha sido denunciado en Fiscalía), FFC cobra 100 millones de euros al año por la recogida de la basura, residuos y por la limpieza integral del grueso de la ciudad (Ciutat Vella y Eixample). El resto de barrios se lo reparten otras tres empresas.