La explosión en la vivienda de Premià de Mar que se saldó con la vida de los dos habitantes y 20 heridos no tiene culpables. Así lo ha determinado el fiscal con la solicitud de sobreseimiento provisional a la que ha tenido acceso Crónica Global.
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“Debe darse por concluida la investigación de los hechos objeto de la presente causa, no siendo posible practicar más diligencias para el esclarecimiento del mismo, sin prejuicio de que nuevos hechos permitan la reapertura de la investigación”, esgrime en el auto.
Solo “sospechas”
Tal como señaló el auto del 28 de octubre de 2016, del Juzgado de Violencia contra la Mujer, los informes de la compañía suministradora de gas y el de la Unidad de Investigación criminal, no aportan datos para la identificación del autor de los hechos.
El primer informe concluye que no es posible pronunciarse sobre la causa de los hechos, su origen y su relación con una fuga de gas, mientras que el segundo informe afirma que "la instalación de gas fue manipulada, pero sin indicios fehacientes, más allá de sospechas, del autor de tal manipulación".
Sin acceder al edificio
En su momento, y como se informó desde este medio, el Juzgado de Violencia contra la Mujer rechazó la inhibición de las diligencias al considerar que no era competencia del juzgado.
Asimismo, el hecho de que ni los bomberos ni los Mossos d’Esquadra pudieran acceder al edificio impide hacer una valoración de las causas: “A la vista del estado general del edificio y de los indicios existentes hasta la fecha, no se puede deducir que el señor José María Asegurado del Viejo hubiera sido el autor de los hechos de conformidad con las conclusiones que se contienen en el informe de la inspección ocular efectuada por los Mossos d’Esquadra”.
Reclamaciones
La petición de sobreseímiento del fiscal, de ser acordada por el juzgado, dejaría la puerta abierta a que las víctimas puedan reclamar por daños y prejuicios a través de la vía civil.
En su momento, los familiares de la víctima manifestaron que ese mismo día el señor Asegurado debía abandonar el piso después de que terminara la relación sentimental que mantenían los dos fallecidos en la explosión.