Es un nuevo think tank en el ámbito de la sanidad catalana. Lo forman profesionales de reconocido prestigio y largas trayectorias en el sistema asistencial. Al frente de ellos figura Miquel Bruguera, médico hepatólogo y expresidente del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) de 1994 a 2010. El anuncio de su formación ha sido bien recibido, en tanto que se postulan como fábrica de ideas.
- Pregunta. ¿Por qué nace el Cercle de Salut?
- Respuesta. Porque hacía falta. Reúne en una asociación a gente de muy diversas disciplinas, médicos, gestores sanitarios, farmacéuticos o enfermeros.
- ¿Qué objetivo tiene?
- Ser un espacio de reflexión y debate. Queremos aportar fórmulas y soluciones que ayuden al sostenimiento de la sanidad catalana.
- ¿Harán ustedes política?
- En ningún caso. Eso es tarea de la Consejería de Salud. El Cercle aportará ideas para superar las tensiones que sufre el sistema sanitario catalán.
- ¿Cuáles son esas tensiones?
- Muchas. La falta de financiación es sin duda la mayor tensión que acucia al sistema.
- ¿Qué más achaques tiene la sanidad catalana?
- Instalaciones viejas, que no se han renovado. La desmotivación de los profesionales. Facultativos que sufren la carga de muchos pacientes. La presión asistencial. La lista de espera es prueba de ello.
- A menudo, los gestores se vanaglorian del éxito del sistema.
- Es un sistema sanitario exitoso para otra época. Tengamos en cuenta que fue diseñado para otro tiempo. La población ha cambiado.
- ¿Las necesidades asistenciales han cambiado?
- Absolutamente. La gente vive más y, por lo tanto, tiene más patologías a lo largo de su vida. El paciente medio envejece. Los hospitales de agudos son eso, instituciones para pacientes graves. Ya no responden adecuadamente al enfermo moderno.
- ¿La saturación de las urgencias hospitalarias en Cataluña es prueba de ello?
- Sí. Cada ciclo de epidemia de gripe genera una demanda asistencial muy fuerte que tensiona el sistema. O vacunamos poco, o los médicos van poco a las casas o algo hacemos mal. Pero faltan soluciones.
- ¿Qué proponen ustedes?
- Acabamos de constituirnos, por lo que el trabajo ya se verá en un futuro. No podemos avanzar nada. Por lo pronto, creo que se deberían estudiar los hospitales con más rigor.
- ¿Qué le parece la política de 'desprivatizaciones' que sigue la Consejería de Salud?
- Me extraña. Históricamente, la titularidad de los hospitales ha sido diversa. Un ejemplo: los del Instituto Catalán de Sanidad eran de la Seguridad Social. Otros, de otras titularidades. Era un sistema mixto. Poco a poco eso ha ido cambiando.
- ¿En qué dirección?
- La Generalitat se ha ido quedando con muchos centros. Ya sea mediante convenios o consorcios. Pero, al final, al paciente eso no le importa.
- Al paciente le importa la calidad asistencial.
- Efectivamente. El enfermo acude al hospital de agudos independientemente de quién sea su propietario.
- ¿Cuál será su relación con la Consejería de Salud?
- De momento, ha sido cordial. Nos recibieron el conseller, Toni Comín, y el director del CatSalut, David Elvira. Comín nos dijo que si no estuviera en el cargo quizá se apuntaba al Cercle, que le gustaba la idea. Al final, nuestra voluntad es la de estudio y la de ser útiles al departamento.