El llamado caso Macedonia, una suerte de diligencias relativas a distintos flecos de un presunto caso de narcotráfico en el que diversos miembros de las fuerzas de seguridad estarían relacionados, no es una causa “compleja”. Por lo tanto, no se le puede conceder al juez que la investiga, Joaquín Aguirre, la prerrogativa de 18 meses más para que siga instruyéndola.
La sesión 21 de la Audiencia Provincial de Barcelona, en un auto fechado el pasado día 15 de diciembre, firmado por la ponente, Carmen Guil Román, es clara y meridiana:
“No existe justificación alguna para demorar la finalización de la instrucción”. Aguirre, juez conocido en la ciudad por la lentitud con la que aborda sus investigaciones, hace ya 8 años que inició la instrucción de este caso. Sólo una de las piezas del mismo, que afectaba a agentes de los grupos especiales de la Guardia Civil acusados de una leve falta en la redacción de un atestado, ha llegado a juicio. La sentencia fue absolutoria y no fue recurrida por nadie.
Victoria de la Generalitat
La Audiencia ha estimado el recurso que la Generalitat, cuyos abogados defienden a un grupo de Mossos todavía imputados por el juez instructor número 1, presentó contra el auto que el pasado el mes de mayo Aguirre firmó declarando “compleja” la causa.
La Audiencia dice que la causa no es “compleja”. No lo es para el fiscal que no ha pedido esta consideración jurídica y sin cuya iniciativa un juez no puede, arbitraria y unilateralmente, atribuir a su investigación la condición de complejidad una vez iniciada.
Llueve sobre mojado
De hecho, ese no es el primer estirón de orejas que la Audiencia propina al controvertido juez. Tal y como recuerda la magistrada Guil Román, “en nuestro auto de 12 de marzo de 2015 (es decir, hace ya casi dos años), instábamos al juez instructor a dar por concluida la investigación relacionada con la formación de la pieza B sin que las diligencias planteadas entonces fueran relevantes o necesarias”.
El juez se queda, pues, sin los 18 meses de margen que se había auto atribuido para realizar gestiones relacionadas con la tramitación de la causa. Cuando hace ya dos años fue apercibido por la Audiencia, Aguirre se limitó a esgrimir que tenía “viva” una pieza secreta --declarada así, hace ya tres años--, y que ello le impedía cerrar el caso.
Caso que se desinfla
La operación Macedonia nace hace 8 años con la detención de unos presuntos narcotraficantes en posesión de diversos paquetes de los que se suponía iba a ser cocaína. Con el paso de los años, ha ido incorporando a decenas de imputados, la mayoría guardias civiles, policías y mossos que, a pesar del empecinamiento del juez, han visto cómo bien la audiencia o bien el propio magistrado acababan archivando las imputaciones contra ellos.