El tipo de armas utilizadas, las vinculaciones familiares y personales de algunas de las víctimas y diversos aspectos del modus operandi llevan a los investigadores a la conclusión de que el tiroteo de la Meridiana, ocurrido este primero de año, es la culminación de una secuencia de consecutivos e interrelacionados ajustes de cuentas entre clanes criminales, aunque no necesariamente relacionados con disputas por tráfico de drogas.
Los Mossos d'Esquadra creen que hay una directa relación entre el asesinato de un ciudadano dominicano hace un mes en L'Hospitalet (Barcelona) y el tiroteo del pasado domingo en la barcelonesa avenida Meridiana, una de las vías principales de acceso a la ciudad. Pero no sólo eso: han aparecido indicios concomitantes entre el reciente suceso y una agresión producida, hace unos meses, en los aledaños de la discoteca Opium de la Vila Olímpica de Barcelona.
Los agentes de la policía autonómica han encontrado, además, más puntos en común entre el tiroteo del domingo y otras dos agresiones acaecidas en Barcelona y la comarca vecina del Baix Llobregat.
'Vendetta'
Se trataría, pues, de una secuencia de venganzas entre delincuentes que llegó a su máxima expresión este domingo, 1 de enero, cuando un individuo descerrajó todo un cargador en el coche que ocupaban tres jóvenes dominicanos frente a un bar en la avenida Meridiana de Barcelona. Uno de ellos murió en el acto. Otro, al cierre de esta información, se dirimía entre la vida y al muerte. Y la tercera víctima, una chica de 22 años, continúa grave pero estable en el hospital de Sant Pau de Barcelona.
El testimonio de esta joven será clave para esclarecer lo ocurrido. Mientras tanto, los Mossos intensifican la vigilancia para localizar al autor del tiroteo, de mediana estatura.