Las carreteras catalanas han reducido la tasa de mortalidad el 13,1% en 2016. El año ha dejado 153 víctimas mortales en accidentes viarios, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2016, según los datos provisionales que el Servei Català de Trànsit (SCT) ha publicado este martes.
El descenso es notable respecto a 2015, cuando fallecieron 176 personas. Respecto de 2010, año de referencia por el cumplimiento de objetivos del Plan de Seguridad Viaria 2014-2016, la siniestralidad mortal se ha reducido el 37,8% (aquel año hubo 246 muertes).
En cuanto al número de accidentes, las carreteras catalanas han registrado 125 víctimas, un 20,9% menos que el año anterior, cuando hubo 158 muertes. El descenso es en este caso del 41% en comparación con el año de referencia, el 2010.
Solo Girona no reduce las víctimas mortales
El descenso de la siniestralidad en las carreteras es común a todas las provincias catalanas, excepto en Girona. En las carreteras gerundenses ha habido cuatro muertes más que el año anterior. Cabe señalar que en 2016 ha habido dos accidentes especialmente sangrientos: tres personas perdieron la vida en la pista asfaltada de Suqueda y otras siete fallecieron en la N-II a la altura del Pont de Molins.
En el resto de provincias, tanto el número de accidentes como el de víctimas ha bajado. Barcelona ha registrado el más leve descenso, de 12,7%, con 48 víctimas. En Tarragona ha habido 43 víctimas mortales, 18,9% menos que en 2015. Lleida ha hecho el mayor avance, reduciendo la cifra mortal a 28 víctimas, el 26,3% menos que el año anterior.