Un avión que viajaba la noche del viernes desde las Islas Canarias hasta Polonia tuvo que ser desviado por una amenaza de bomba. El vuelo, de la compañía Enter Air, despegó del aeropuerto de Las Palmas y se dirigía a Varsovia, pero hizo un aterrizaje de emergencia en Praga. Las autoridades checas, sin embargo, no encontraron ningún artefacto en el interior.

Las 160 personas que viajaban en él, entre pasaje y tripulación, han sido evacuados tan pronto el avión ha aterrizado en el aeropuerto de Ruzyne, donde un gran despliegue de policías checos esperaba su llegada.

La prensa local explica que fue uno de los viajeros polacos quien dijo que llevaba explosivos, hecho que hizo encender todas las alarmas. El ministro del Interior checo ha confirmado que el hombre ha sido detenido y que “parece que no se trata de un ataque terrorista”.