La Federación Española de Fútbol (RFEF) justificó una subvención pública de 1,2 millones de euros con facturas dudosas. El organismo que preside Ángel María Villar recibió en 2011 esta cantidad a través del Consejo Superior de Deportes, y todavía no ha devuelto el importe de la ayuda. La justificación que presentó ante el ente público incluye facturas sospechosas, según informa este viernes El País.
La RFEF ha abierto una investigación interna, de la que no se pronunciará hasta tener las conclusiones. El dinero estaba destinado a reforzar la candidatura de España y Portugal para ser los organizadores del mundial de fútbol de 2018, que se celebrará en Rusia. La subvención se dividió en cuatro programas, que tenían que ejecutarse antes de septiembre de 2011 y que nunca llegaron a concretarse.
Éstos eran: un proyecto educativo escuelas de fútbol de Libia y otros países (462.000 euros), un programa de capacitación para gestores de equipos y federaciones en Iberoamérica (254.000 euros), programas de tecnificación internacional (287.000 euros) y una escuela de fútbol en Haití (219.000 euros). Las facturas que presentó la RFEF al Consejo Superior de Deportes tenían, según las informaciones, poco que ver con lo que especificaban las subvenciones. Las fechas de emisión, tampoco coinciden.