“Después de casi cuatro años se podrá demostrar que todo lo ocurrido con la conversación del restaurante La Camarga fue una componenda entre dos ex empleados [de Método 3] y las unidades de inteligencia policial para tapar a los dirigentes de PP catalán, que eran los verdaderos confidentes de la llamada Operación Cataluña”. Así se ha manifestado, en declaraciones a Crónica Global, el director de la agencia de detectives Método 3, Francisco Marco.
El investigador propietario de Método 3 envió hace un mes una carta al juez central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional en la que apuntaba a dos ex empleados suyos como “empleados en nómina” de los mandos policiales implicados en la llamada operación Catalunya, en la medida en qué habrían elaborado supuestos informes torticeros sobre la familia Pujol. Según Marco, esos dos ex trabajadores de su agencia de detectives cobraban de los fondos reservados y manipularon informes “a su libre albedrio”, así como llevaron a cabo seguimientos a políticos por orden de la propia policía.
Peribañez y Tamarit
Marco no aporta sus nombres en esa misiva. Sin embargo, el juez De la Mata --instructor de llamado caso Pujol-- ha dado credibilidad al contenido de la misma y ha ordenado a la policía que averigüe esas identidades, tal y como ha adelantado este medio.
Francisco Marco, interpelado sobre esta cuestión, no ha querido revelar sus nombres pero todos los inicios que aportan otras fuentes apuntan a que se trata de los investigadores privados, Julián Peribañez y Antonio Tamarit, dos ex empleados suyos que están imputados en dos juzgados de Barcelona (los de instrucción número 7 y el 32) a partir de sendas denuncias del propio Marco por revelación de secretos, amenazas, chantaje y falsedad. Al cierre de esta información han resultado infructuosos los intentos de este medio por contactar con ambos detectives.
El comisario Villarejo, entra en acción
La presencia de detectives vinculados, de una u otra forma, con lo que desde sectores del nacionalismos catalán se ha dado en llamar el Gal Político, no es nueva. De hecho en la nota informativa de fecha 21.12.14 que elaboró el comisario, José Manuel Villarejo, personaje que ha reconocido en sede judicial haber sido uno de los ejecutores de lo que el mismo calificó como Operación Cataluña, hace referencia a la “colaboración” de unos detectives en esta trama para descreditar a miembros del llamado “procés” soberanista.
Villarejo, en tono sin duda crítico, denuncia que policías de la órbita de su enemigo, el también comisario Marcelino Martín Blas, no investigaron ni aportaron los datos entregados por esos detectives en sede policial. “La ocultación de la existencia de estos colaboradores, así como los datos aportados por estos, tal vez ha sido consecuencia del temor a que una vez en sede judicial declarasen que se les había abonado unas importantes cifras de los fondos reservados, por seguir a dirigentes políticos de los que no constaban conductas ilegales o a ciertos responsables de los Mossos con el riesgo que esas conductas conllevan", agrega Villarejo.
Policía parapolicial
Villarejo afirma en la nota informativa que el mando de asuntos internos, Eladio Rubén López Martínez, mano derecha del comisario Martín Blas (con el que Villarejo mantiene una manifiesto enfrentamiento desde que Martín Blas quiso detenerle por el caso del pequeño Nicolás), fue la persona que evitó que las revelaciones de los dos detectives fueran investigadas o llegaran a conocimiento judicial.
Llama la atención que el ex comisario Villarejo denuncia las prácticas poco ortodoxas de sus colegas policías pero, sin embargo, al mismo tiempo denuncie que la información obtenida de esa forma irregular no fuera investigada o comunicada a la autoridad judicial.
Este medio se ha opuesto en contacto con el comisario José Manuel Villarejo y le ha preguntado si esos detectives a los que hace referencia en la mencionada nota son los señores Peribañez y Tamarit. Villarejo ha evitado responder a esta pregunta.