Las sucesiones al frente del Instituto Catalán de la Salud (ICS) han sido en los últimos años más frecuentes que los cambios en la propia Consejería de Salud. En los últimos 17 años, el proveedor público de sanidad en Cataluña ha tenido ocho directores gerentes y cinco consejeros. La mayor empresa pública catalana, que cuenta con más de 30.000 trabajadores, carece de continuidad en su gestión.

La actual directora gerente es Candela Calle, que compagina el cargo con la presidencia del Instituto Catalán de Oncología, que ocupa desde 2011. Llegó al puesto el pasado marzo, de la mano del nuevo consejero, Toni Comín, y tiene un perfil profesional bastante menos politizado que sus antecesores. Los titulares de Salud anteriores, Boi Ruiz y Marina Geli, tuvieron cada uno de ellos a tres personas distintas al frente del ICS.

“Sin proyecto”

Los cambios continuos van acompañados de modificaciones en las directrices en la gestión de los hospitales públicos catalanes. “Cada vez que hay un cambio, todo empieza de nuevo; no hay proyecto”, se quejan varios sindicatos. Fuentes del sector aseguran que el cargo de gerente del ICS es considerado desde el Govern como una “dirección general más”.

Antes, no pasaba. Los que más tiempo llevan en sanidad recuerdan que los directores gerentes solían durar “entre cuatro y ocho años, un tiempo más extenso para implantar un modelo y darle cierta continuidad”. Los motivos que apuntan desde sindicatos y fuentes del sector para explicar el baile de directores gerentes son políticos.

“Depende de quién gobierna en cada momento, incluso dentro del mismo partido”, indican. Desde la CGT extienden esta intermitencia a las áreas territoriales, en las que afirman que también se producen relevos vinculados a las fuerzas políticas dominantes en cada momento.    

Ceses

La mayoría han combinado la actividad pública y la privada. Las razones de sus salidas son diversos. Boi Ruiz ha sido uno de los últimos consejeros que más directivos del ICS ha visto pasar. Cuando llegó al Departamento de Salud, en diciembre de 2010, Enric Argelagués ocupaba el cargo. En julio del año siguiente, alegaba motivos de salud para abandonar el ICS. Fue justo después de que se aprobaran los presupuestos para la legislatura, con recortes del 13% en sanidad.

Joaquim Casanovas fue quien gestionó la compañía pública después, durante la época de los recortes sociales más duros. Tras dos años y medio y fuertes críticas de los profesionales sanitarios, fue cesado y nombrado nuevo gerente de la región sanitaria de Barcelona del CatSalut, el Servicio Catalán de la Salud.

Su sustituto fue Pere Soley, un médico que combinó sus trabajos en hospitales públicos, como el de Bellvitge y la Vall d’Hebron, con la gestión de centros privados (el Consorcio Hospitalario de Vic y el del Maresme, entre otros). Tras su paso por el ICS, volvió en junio al sector privado, como director general del Consorcio Hospitalario de Vic.

El mandato más breve

Josep Ganduxer ha sido el más breve. Un año justo fue el tiempo que se encargó de dirigir el Instituto Catalán de la Salud. Fue lo que duró Xavier Pomés al frente de la consejería con Convergència. Sus movimientos fueron cesar a Alícia Granados, la directora gerente del ICS con Eduard Rius como consejero, y sustituirla por Ganduxer.

La llegada de Marina Geli condujo a otro cambio: Raimon Belenes pasó a ocupar el puesto. Fuentes del sector apuntan que el relevo no fue completo, sino que “se respetó parte de la cúpula anterior”. En su currículum no solo figuraban empleos en sanidad, sino que aparecen algunas empresas de otros sectores, como el textil.

Su sustituto, tres años después y todavía con Geli en el departamento, es el que todavía sorprende a las fuentes consultadas. Francesc José María aterrizó en diciembre de 2006 en la gerencia del ICS proveniente del mundo de la abogacía. Las huelgas y los rumores de mala relación con la consejera marcaron su paso por la entidad. Dos años después, fue cesado.