Los establecimientos comerciales de España han abrazado este año la jornada de descuentos del Black Friday, una iniciativa que nació en Estados Unidos que estimula las compras navideñas en Acción de Gracias. La adaptación patria tiene múltiples formatos y ha sido replicado incluso en los puestos en los mercadillos que se han celebrado este viernes en el país.
La máxima es sencilla: ofrecer rebajas para atraer a compradoras. Más, en un año en que el frío ha tardado en venir y la facturación de todos los establecimientos no ha sido tan buena como en años anteriores. Incluso para los que han celebrado el Blas Fridei.