A principios de 2015, la Audiencia Provincial de Barcelona le condenó a cuatro años y seis meses de cárcel por corrupción de menores. Alberto S.T., un joven vecino de la capital catalana, fue investigado, juzgado y condenado por contactar a través de internet con niñas menores de 10 años a las que, a través de la webcam, obligaba a desnudarse y a adoptar actitudes explícitamente sexuales. El fiscal pidió inicialmente 25 años de prisión.
Pero el joven mostró arrepentimiento y voluntad de resarcir a las víctimas el daño causado, por lo que el fiscal se avino a pactar una sentencia de conformidad. Alberto S.T. recibió la notificación oficial de la audiencia en agosto de 2015 y, en septiembre, acompañado por su abogado, compareció en la prisión donde ingresó para cumplir la pena.
Nueva acusación
Sin embargo, en noviembre de ese año el reo recibió una nueva citación judicial. En este caso se trataba de un juzgado de instrucción que tramitaba una denuncia, la de una niña de 11 años que fue víctima del acoso y asedio sexual del condenado... una semana antes de que éste ingresara en prisión.
"Tengo un impulso incontrolable", aseguran que ha señalado a sus allegados para justificarse. Alberto --que denuncia haber sido agredido sexualmente en la cárcel-- se muestra arrepentido pero no ofrece garantías de que no lo vuelva a hacer.