Dos años de cárcel que pudieron ser más si el tribunal no hubiera contemplado las dilaciones indebidas que se produjeron en la tramitación del presente caso: la muerte de una menor que iba de paquete en una moto cuyo piloto hacía el caballito.
Los hechos juzgados ocurrieron en noviembre de 2007, pocas horas antes de la celebración de las pruebas correspondientes al Campeonato del Mundo de Motociclismo en el circuito Ricardo Tormo de Cheste, Valencia.
Sin carnet, sin casco
El acusado, un joven sin carnet de conducir y sin el casco puesto, se dedicó a pilotar de forma temeraria por una de las calles de la población, atestada de curiosos y por la que circulaban distintos motoristas haciendo unas maniobras expresamente prohibidas por la señalización municipal.
En una de esas carreras, el acusado, portando de paquete a una menor de edad que tampoco llevaba casco, empezó a hacer caballitos (maniobra acrobática que consiste en levantar en marcha una moto o bicicleta sobre su rueda trasera) a alta velocidad. En uno de esos lances, la moto que conducía chocó frontalmente con otra motocicleta y la menor salió despedida. Al caer, se golpeó la cabeza y murió prácticamente en el acto.
El ayuntamiento actuó bien
El Tribunal Supremo ratifica una sentencia de un juzgado penal de Valencia y exime de culpa al Ayuntamiento de Cheste, que "señalizó correctamente toda la zona y multiplicó los efectivos policiales".
El fatal desenlace “es causado por la acción imprudente de ambos conductores que hicieron gala de una temeridad manifiesta que supone la inobservancia total y absoluta de las normas más elementales de seguridad en el tráfico”.
El condenado no ingresará en prisión.