El peso mexicano ya ha sufrido el envite de una posible victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos del próximo martes. Los inversores han hecho temblar la divisa con la simple materialización de un acercamiento de posiciones entre el magnate y Hillary Clinton en las encuestas electorales que ha provocado un agujero de 1.900 millones de dólares (1.700 millones de euros al tipo de cambio actual) a las grandes fortunas del país.
La lista de los afectados:
- Carlos Slim: El fundador de América Móvil e inversor destacado en España perdió más de 1.000 millones dólares (899 millones de euros) en su fortuna. Ahora está valorada en 52.000 millones de dólares (46.771 millones de euros).
- Alberto Baillères González: El presidente del grupo Bal, un conglomerado con negocios como la aseguradora GNP o Industrias Peñoles perdió 111,8 millones de dólares. Su fortuna se quedó en los 12.600 millones.
- Sara Mota de Larrea: La viuda de Jorge Laerra, fundador del negocio minero y de construcción que lleva su apellido, se dejó 217,2 millones de dólares con la depreciación del peso. Sus ahorros llegan ahora a los 9.100 millones.
- Eva Gonda Rivera: La fortuna de la viuda de Garza Lagüera, expresidente de la mayor embotelladora de Coca-Cola en el país, FEMSA, ha recibido un impacto de 87,7 millones de dólares y la ha reducido en 6.100 millones.
- Lorenzo Servitje: El fundador del Grupo Bimbo, que controla la filial en España, perdió 127,3 millones y se quedó en 4.900 millones.
- Enrique Ramón Coopel: El lastre en la divisa provocó un impacto de 116,2 millones en el capital del dueño de las tiendas Coppel, que se quedó en 4.500 millones.
- Ricardo Salinas Pliego: El presidente del Grupo Salinas perdió 34,8 millones de dólares y su fortuna se ubicó en 4.100 millones.
Los ricos mexicanos temen un nuevo impacto en sus ahorros si Trump finalmente se impone a Clinton. Los inversores extienden la alarma al resto del sistema financiero mundial, especialmente al estadounidense, de lo que implicaría la victoria de un líder por el que nadie ofrece garantías.