Es uno de los emblemas de la ciudad y a todo barcelonés le despierta cierta ternura recordar los momentos vividos en él. Es el Tibi Air, conocido popularmente como el avión del parque de atracciones del Tibidabo, situado en la montaña de Barcelona que tiene el mismo nombre. Los años no pasan en balde tampoco para él y sus históricas vueltas para mostrar las vistas de la capital catalana a todo el que pasea en su interior han acabado pasándole factura.
Concretamente, de 294.101 euros --sin IVA--, importe que gastará el Ayuntamiento de Barcelona en rehabilitarlo, según publicaba en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona (BOPB), que aprobaba definitivamente el proyecto de renovación de la atracción por el presupuesto mencionado.
Más inversión
No es la primera inversión que dedica el consistorio barcelonés al mítico avión, según desvela la hoja de gastos del segundo trimestre de 2016 sobre los contratos menores firmados con el parque de atracciones, que recoge aquellos que no superan el importe de 18.000 euros por obras y 18.000 euros por servicios y/o suministros.
El documento recoge una nueva partida dedicada al Tibi Air de 1.840 euros, en concreto para el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Cataluña (COEIC por sus siglas en catalán) por la redacción de un análisis sobre del estado actual de la cabina del avión, firmado con fecha del día 3 de febrero de este año.
De 1928
El mismo consistorio informó en verano de que el proyecto de rehabilitación se acometería en paralelo a la reforma del Castillo Misterioso del mismo parque de atracciones. La idea es que se convierta en lo que suele representar un castillo en la imaginación de los niños: un espacio mágico, de ilusión y fantasía.
Se trata de una obra construida en los Talleres Estrada de Sarrià, proyectado por los ingenieros Fath, y es una réplica del primer aparato que hizo el trayecto Barcelona-Madrid. En su página web, el parque explica que se incorporó en el año 1928 y cuenta con dos características propias: se impulsa mediante su propia hélice y en su interior conserva elementos originales como la estación radiotelefónica de 1933.