Desde hace algo más de un año y gracias a la presión sindical, el Ayuntamiento de Barcelona compra los potros que se incorporan a la sección montada de la Guardia Urbana a la yeguada del Ejército.
Los sindicatos UGT y CCOO denunciaron hace dos años la falta de transparencia en los protocolos de compra de nuevos caballos que debían integrarse o sustituir a la cuadra existente. Un portavoz sindical ha señalado a este medio que “era ilógico que el ayuntamiento pujase, como si fuera un ganadero más, en ese tipo de subastas, a menudo poco controladas por la administración competente y sometidas al riesgo de deficiencias contractuales”.
El ayuntamiento estableció desde ese momento y tras la intermediación de la Inspección de Trabajo, un contrato con el Ejército español para adquirir de la yeguada militar los potros de la guardia urbana.
Pienso de poca calidad
Por otro lado, los mismos sindicatos han denunciado el cambio por sorpresa del suministrador de pienso para los animales.
Según esas fuentes de los trabajadores, el alimento que ahora reciben los potros no tiene ni las garantías sanitarias ni los nutrientes preceptivos. Se basan en un informe científico elaborado por la Universidad de Barcelona tras el análisis de ese pienso y que concluye con ese rotundo dictamen.
Los sindicatos han pedido a través del comité de salud laboral del ayuntamiento que se anule ese nuevo contrato y que se dé garantías alimenticias a la cuadra de la Guardia Urbana que, en estos momentos, se sitúa por encima de los 50 caballos.