“El presidente de ERC, Oriol Junqueras, y su mujer, Neus Bramona, fueron padres ayer de una niña que se llama Joana. El nacimiento tuvo lugar en el Hospital General de Catalunya y la niña midió 50 centímetros y pesó 3,330 kg”, así rezaba la crónica de La Vanguardia del 18 de abril de 2015. El hoy vicepresidente del Govern tiene otro hijo mayor, Lluc. También nació en el Hospital General de Catalunya.
Mientras Toni Comín saca pecho político como el consejero de Salud que pretende nacionalizar la sanidad, su jefe de filas, Oriol Junqueras, es un gran usuario, junto a su familia, del Hospital General de Cataluña (HGC), el centro sanitario de Sant Cugat del Vallès que se encuentra en el ojo del huracán de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Junqueras es un gran usuario privado, según ha podido saber Crónica Global, pese a su defensa de la sanidad pública.
Usa su mutua privada
La familia Junqueras es habitual del centro y se visita en el hospital vallesano en todo tipo de contingencias: desde las visitas ordinarias hasta las urgencias pasando por todo tipo de pruebas médicas. Según las fuentes consultadas, estas visitas no se corresponden a derivaciones públicas, sino a la utilización de su mutua privada.
Es un secreto a voces entre la plantilla y los profesionales del General de Cataluña y ahora es un tema estrella desde que Comín se sacó de la manga la fantasmagórica oferta de compra. El uso privado que hace el líder republicano de los servicios de este centro se ha convertido en tema de comentario de los trabajadores del hospital en la cafetería y en sus puestos de trabajo.
“Quieren eliminar pacientes públicos para que Junqueras tenga mejor atención”, comentan jocosos, aunque no esconden su preocupación. “También somos catalanes. Nuestro puesto de trabajo depende de que se mantengan los conciertos y de la continuidad de la actividad privada en Sant Cugat”, añaden estupefactos ante los últimos acontecimientos.
“Están jugando con nosotros”
“Comín es un prepotente que se cree eso, lo que dice, que es el amo de la sanidad”, afirman tras su anuncio de comprar el General de Cataluña. Desde el viernes, el ambiente se ha alterado todavía más: “Es increíble que haga las cosas a golpe de subidón”, apuntan trabajadores del centro, que añaden: “Está jugando con nosotros. Cada día tiene una ocurrencia”.
Para acabar de enrarecer más el ambiente, Comín lanza su ofensiva mediática sin entregar una oferta en firme a los propietarios del hospital, falseando su actuación ante los ciudadanos y a los trabajadores. Fuentes del Grupo Quirón afirman de forma categórica que a día de hoy no han recibido ninguna oferta por escrito.
El hospital de Sant Boi está más cercano a su casa
A pesar de todo el trasiego político, la familia Junqueras ha confiado su salud a este hospital. Residentes en Sant Vicenç dels Horts, tienen mucho más cerca de su domicilio el hospital de Sant Boi, por ejemplo, pero prefieren el General de Cataluña. Seguramente, señalan profesionales del HGC, porque su calidad es superior, y porque ningún político está obligado a usar la sanidad pública. Los Junqueras utilizan Muface, la mutua de funcionarios.
Pese a su actuación personal y familiar, el vicepresidente económico de la Generalitat no tuvo reparos, ni rubor, en enviar el viernes pasado este tuit: “Bien por el conseller Toni Comín apostando por la sanidad pública y universal”. “Es todo un ejemplo de falsedad e incoherencia”, señala un dirigente sindical del HGC.
El estudio ‘fantasma’ de Comín
Comín se ha convertido en adalid de una cruzada que aboga por la nacionalización de la sanidad con un discurso plagado de medias verdades. Afirma que la sanidad privada es más cara que la pública. Habla de un estudio en el que se constata que una intervención cuesta un 12% más en los centros privados. El estudio nunca ha sido presentado, porque según fuentes del departamento de Salud “no existe”. Una consulta a la web de transparencia de la propia consejería permite ver que los datos ponen en evidencia al conseller.